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MIAMI — Los Knicks requerían a su figura clave, pero estaba fuera de la cancha.
Sin Jalen Brunson por segundo encuentro seguido debido a un tirón en el tobillo, a los Knicks les faltó la canasta ganadora en la caída del lunes 115-113 frente al Heat; Miles McBride y Karl-Anthony Towns sumaron cuatro fallos que hubieran igualado el encuentro en los últimos 20 segundos.
El desenlace del cotejo se tornó caótico cuando McBride, con los Knicks abajo por dos unidades, ejecutó un tiro en suspensión precipitado que se fue desviado.
Towns capturó el rebote e intentó un tiro que fue taponado por el poste bajo del Heat, Kel’el Ware.
Los oficiales marcaron interferencia defensiva de Ware y el marcador se igualó con 13,2 segundos restantes.
Sin embargo, la revisión revocó la violación y los Knicks obtuvieron la posesión tras un salto entre dos, dándoles dos oportunidades más en el cierre, lo que generó otro error de McBride, y después un nuevo tiro fallido de Towns tras capturar la bola.
Fin del partido.
“Dos de los tres jueces señalaron interferencia del aro. Yo creía firmemente que era interferencia del aro”, comentó Towns, quien debatió con los árbitros toda la velada.
Bajas
Los Knicks no pudieron contar con dos de sus mejores activos por dolencias, Brunson y OG Anunoby, lo que llevó a Mike Brown a elegir una formación reducida con McBride y Landry Shamet como guardas iniciales.
Fue la primera ausencia de Anunoby, tras agravarse su tirón en el isquiotibial en el triunfo del viernes sobre el Heat..
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