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No únicamente para extender vitalmente la vida existe la opción de los trasplantes, dado que con frecuencia, aparte de órganos esenciales, la funcionalidad corporal general y el bienestar dependen del reemplazo mediante injertos de segmentos óseos, tendones, córneas, porciones de piel y válvulas cardíacas. El Incort (Instituto Nacional de Coordinación de Trasplantes) es la institución que persistentemente establece el vínculo entre donantes o sus allegados y pacientes llevados a quirófanos, a veces al borde de la muerte. Un sitio donde la generosidad lo es todo.
Una labor intermedia de valor social incalculable que se enfrenta a mitos, juicios previos y costumbres culturales que obstaculizan el acto voluntario de transferir segmentos de seres vivos o fallecidos a otras personas que los requieren, a veces como condición definitiva para subsistir.
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En la práctica, la oferta de órganos en la nación solo alcanza a una pequeña porción de la población. En el 70% de las ocasiones no se consigue la aprobación legalmente requerida de los familiares de pacientes en estado de muerte cerebral e irreversible. Una negativa que genera gran angustia y pesar para más de 500 personas que necesitan constantemente órganos renales, principalmente. Otras esperan desesperadamente corazones, hígados, páncreas, etc. Un número considerable fallece sin recibir el trasplante.
Mejorar la disponibilidad de órganos está muy ligado a fomentar, mediante la educación, una actitud más positiva de la ciudadanía hacia el reemplazo de componentes orgánicos y a disponer de mayores recursos debido al alto coste de las cirugías y procedimientos de vanguardia científica para la extracción, conservación e implantación de órganos. El país ha dado pasos importantes en este campo gracias a la dedicación y la pericia que caracterizan al equipo del Incort.
La escasez de donantes obliga a gestionar los recursos y la prestación de servicios de manera eficiente, lo que implica que las intervenciones quirúrgicas se otorgan siguiendo un orden de prioridad que atiende a los casos más graves y con mayor riesgo de mortalidad, algo muy común en el área renal con pacientes que han dependido por largo tiempo de la diálisis para mantenerse vivos.
Los trasplantes reciben un respaldo limitado y no generalizado de la Seguridad Social, que solo cubre soluciones para problemas renales que afectan a un gran número de personas que no acceden a la atención urgente cubierta por las ARS. El Incort trabaja para posibilitar en CECANOT más intervenciones que extiendan la vida y la capacidad de seguir activos productivamente con la inauguración de una sección para pulmones.















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