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Los viajeros deben esperar que empiecen las anulaciones y las demoras de vuelos esta misma semana, aun si concluye la paralización del gobierno, mientras la Administración Federal de Aviación (FAA) implementa una serie de reducciones en las operaciones aéreas en 40 de las terminales aéreas más transitadas de EE. UU., según indicaron fuentes oficiales el lunes.
El cuarto día de restricciones aéreas resultó en que las compañías cancelaran más de 2,100 servicios el lunes, luego de haber suspendido 5,500 entre el viernes y el domingo. Algunos controladores de tráfico aéreo, sin salario desde hace más de un mes, han optado por no acudir a sus puestos, alegando estrés añadido y la necesidad de buscar una fuente de ingreso adicional.
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El presidente Donald Trump instó el lunes a los controladores aéreos vía redes sociales a “¡volver a sus labores, ya!”. Manifestó su intención de otorgar un incentivo a aquellos controladores que hayan cumplido con su servicio diario y aplicar deducciones salariales a los ausentes.
El líder del sindicato de controladores aéreos señaló que están siendo instrumentalizados como un “títere político” en el conflicto en torno a la paralización gubernamental.
La escasez de controladores, sumada a las condiciones climáticas invernales, causó esperas de hasta cuatro horas en el Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago el lunes. Por su parte, la FAA advirtió que la falta de personal en más de una docena de torres y centros de control podría provocar perturbaciones en lugares como Filadelfia, Nashville y Atlanta. Mientras tanto, el Senado se acercaba a una votación el lunes para finalizar el cierre, aunque requeriría aún la aprobación de la Cámara de Representantes, por lo que una resolución definitiva podría tardar varios días más. El Secretario de Transporte, Sean Duffy, dejó claro la semana pasada que las limitaciones de vuelos se mantendrán hasta que la FAA observe mejorías en los indicadores de seguridad.
Durante el fin de semana, las empresas aéreas anularon miles de vuelos para acatar la directriz de eliminar el 4% de las operaciones. Se prevé que las cancelaciones suban al 6% de todos los vuelos en 40 de las terminales aéreas más concurridas del país el martes. Para el fin de semana, alcanzarán el 10% de los vuelos totales en dichas terminales.
“Todo esto genera repercusiones negativas concretas para millones de ciudadanos estadounidenses, y es absolutamente innecesario y eludible”, declaró Todd Walker, cuyo vuelo desde San Francisco hacia el estado de Washington fue anulado el fin de semana.
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