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Numerosos seguidores aguardaban en el Dodger Stadium, destino al que se dirigía el equipo tras el festejo.
Shohei Ohtani y el resto de Los Angeles Dodgers festejaron el lunes su segundo campeonato consecutivo de la Serie Mundial con un desfile en el centro de la ciudad, tras consagrarse como el primer conjunto en 25 años en conseguir títulos seguidos.
“Ya estoy pensando en la tercera vez que haremos esto”, comentó Ohtani a través de un intérprete a Spectrum SportsNet.
El astro japonés estuvo acompañado por su esposa, Mamiko Tanaka, quien le tomó una fotografía. El año anterior, Ohtani cargaba en brazos a su perro, Decoy, en el autobús.
“Es realmente grato poder ganar el juego y estar rodeado de tanta afición increíble”, expresó Ohtani. “Lo estoy disfrutando muchísimo y sacándole todo el provecho”.
El mánager Dave Roberts alzó el Trofeo del Comisionado mientras iba a bordo de uno de los varios autobuses que recorrieron una ruta colmada de hinchas vestidos de azul que ondeaban pancartas y aclamaban. “B dos B” se leía en uno de los tantos carteles hechos a mano que sostenía la gente.
“Tengo la sensación de que es casi el doble que el año pasado. Esta afición está enloquecida. Es fabuloso ser parte de esto”, relató el primera base Freddie Freeman.
Más entusiastas esperaban el arribo en el Dodger Stadium, adonde el equipo se encaminaba al finalizar el paseo triunfal.
El pitcher Yoshinobu Yamamoto, Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, portaba una casaca oscura con la leyenda “Campeones de la Serie Mundial” al frente. Usando gafas oscuras y una gorra de béisbol al revés, Yamamoto saludó a los entusiastas.
Mediante un traductor, manifestó: “Me encantan estos instantes para compartir estas vivencias con mis compañeros”.
Confeti en tonos azul y blanco caía desde un camión que avanzaba entre los ómnibus, los cuales estaban repletos de familiares de los deportistas, incluyendo al recién retirado Clayton Kershaw y sus cuatro descendientes.
“Es la forma ideal de concluir”, señaló Kershaw, quien finalizó una trayectoria de 18 años en Los Ángeles. “Sé que los Dodgers siempre han representado muchísimo para esta urbe por generaciones. Para nosotros, lograr esto frente a ellos es el mundo entero, para mí y para todos”.
El lanzador Blake Snell hizo la seña de 6-7 con sus manos, aludiendo a las victorias de los Dodgers sobre los Azulejos de Toronto en los últimos dos encuentros de la serie.
“Esto es espectacular. Me fascina”, comentó Snell.
Kiké Hernández, sin camiseta, grababa a las masas con una cámara de mano.
“Los que ganan, ganan. Deseo que esta hinchada de los Dodgers disfrute plenamente porque se lo merecen”, afirmó el puertorriqueño. “Estuvieron presentes todo el año, nos brindaron su apoyo y aquí estamos, aleros consecutivos”.















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