La municipalidad de Henderson, en Nevada (EE. UU.), se halla consternada por un suceso lamentable que ha suscitado indignación y honda pena: un infante de 11 años fue ultimado a tiros en la vía pública durante un altercado de tránsito. El presunto responsable, Tyler Matthew Johns, de 22 años, fue detenido y enfrenta serios cargos por el crimen.
El acontecimiento, el cual tuvo lugar la mañana del 14 de noviembre, quedó grabado por la cámara corporal de un agente, metraje que fue divulgado por el Departamento de Policía de Henderson. En el video se aprecia el momento desgarrador en que el progenitor se derrumba en llanto al conocer que su vástago no sobrevivió.
“Mi niño murió, se dirigía al colegio, y le disparó”, exclamaba con desesperación el padre del menor de 11 años, mientras imploraba socorro a la policía. Todo se desencadenó en medio de una disputa vial, justo en la carretera.
El infante afectado, Brandon Dominguez-Chavarria, viajaba en la parte trasera de una furgoneta conducida por su padrastro, Valente Ayala, rumbo al centro educativo, cuando una confrontación de tráfico derivó en catástrofe. Conforme al informe policial, la tensión entre Ayala y Johns aumentó rápidamente de gritos a uso de armas.
Según la pesquisa, Johns empuñó un arma y efectuó un único disparo hacia el vehículo en movimiento. El proyectil perforó un cristal e impactó directamente en Brandon, el ocupante más vulnerable del automóvil. Ayala detuvo la marcha de inmediato y solicitó asistencia. El pequeño fue trasladado de urgencia a un hospital, pero no logró sobreponerse a las heridas.
“Hemos perdido una vida innecesariamente”, expresó con pesar el jefe policial Reggie Rader, enfatizando el efecto que la violencia impulsiva tiene sobre toda la comunidad.
Después del atentado, Johns se entregó por voluntad propia, poniéndose bajo custodia sin ofrecer resistencia. Se le acusó de homicidio doloso y de disparar un arma de fuego contra un vehículo con ocupantes.
Durante su declaración, el arrestado admitió haber disparado “de forma impulsiva”, aunque intentó excusar su acción alegando que “no sabía que había un niño” en el asiento trasero. El padrastro, en contraste, manifestó que cree que el disparo iba dirigido a él y recalcó que no portaba ningún arma, reafirmando que la agresión fue totalmente injustificada.
El fallecimiento de Brandon ha suscitado una ola de indignación en Henderson, donde la ciudadanía y las autoridades exigen justicia y cuestionan cómo una mera disputa vehicular puede escalar hasta quitarle la vida a un menor.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.















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