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MIAMI – La ex primera dama Michelle Obama afirmó que Estados Unidos “aún no está preparado” para tener una mandataria, reiterando que no aspirará a ese cargo y que “bastantes varones” se sienten incómodos con el liderazgo femenino.
“Tal cual observamos en los comicios anteriores, lamentablemente, no estamos listos. Por eso yo estoy en plan: ni se les ocurra preguntarme sobre postularme, porque todos ustedes están falseando. No están preparados para una mujer. No lo están. Así que no me hagan perder mi tiempo”, señaló Obama en un acto de promoción de su nuevo libro ‘The Look’.
La cónyuge del exmandatario Barack Obama evaluó que la gente en Estados Unidos “tiene bastante camino por recorrer” en cuanto a la noción de tener una fémina como máxima autoridad del país.
“Aún persiste, con pesar, una considerable cantidad de hombres que no creen que podrían ser dirigidos por una mujer, y eso lo constatamos”, comentó durante una charla promocional con la actriz Tracee Ellis Ross en Nueva York, cuyas imágenes circularon este pasado fin de semana.
“Quiero decir, creo que todavía debemos madurar en ese aspecto, y podemos ver cómo se puede avanzar y cómo las cosas pueden volverse confusas cuando se trata de ejercer nuestro poder como féminas”, añadió.
Michelle Obama encabezaba algunas encuestas para ser la opción presidencial demócrata en 2024, mientras el entonces presidente Joe Biden consideraba no presentarse, pero la ex primera dama y su esposo respaldaron a Kamala Harris, quien fuese la vicepresidenta.
En un mitin, la ex primera dama calificó al entonces aspirante republicano y actual presidente, Donald Trump, como un “peligro”, especialmente para las mujeres, y él posteriormente la tildó de “repugnante”.
La autora, que ahora promueve “The Look”, una obra donde examina su transformación estética desde que entró al dominio público, aseguró en octubre a la revista People que casi diez años después de dejar la Casa Blanca se encuentra en su mejor etapa.
En su conversación con Tracee Ellis Ross, Obama expresó su desacuerdo con la idea de que una primera dama deba ser el “modelo de esposa y de lo femenino”.
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