Cádiz (1973). Redactor y editor con enfoque en tecnología. Escribiendo de forma profesional para diversos medios y blogs en español desde 2017.
Alterar el tono cromático de los directorios en un Mac resulta ser una manera muy simple de personalizar el Finder y facilitar la localización de tus documentos. El tono estándar es el azul, pero macOS permite modificarlos sin necesidad de instalar ningún software adicional. Con las versiones más recientes del sistema, la modificación es inmediata y se aplica a todos los contenedores del sistema. A continuación, te explico el proceso detallado, reflejando las imágenes que has proporcionado.
Dirígete a Preferencias del Sistema
El primer paso consiste en abrir las Preferencias (o Ajustes) de tu equipo. Simplemente dirige el puntero a la esquina superior izquierda de la pantalla, haz clic en el menú de Apple y escoge la opción Preferencias del Sistema. Desde allí podrás acceder a todas las opciones de estética y ajuste de tu Mac.
Una vez dentro de las preferencias, observarás una barra lateral con múltiples categorías. La que te interesa es Apariencia. Esta sección alberga todo lo concerniente al tema general, los tonos y el diseño de los íconos. Al entrar, encontrarás opciones como el estilo de Liquid Glass, el matiz del sistema, el tipo de widgets y, justo donde necesitamos enfocarnos, el apartado Tono de los directorios.
Elige el tono renovado para tus contenedores
Dentro de Tono de los directorios, notarás que por defecto se muestra la opción Automático, que corresponde al azul predefinido. Si expandes el menú, tendrás disponibles opciones como el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el azul, el púrpura, el rosa o el grafito.
Simplemente selecciona el matiz que desees y los directorios cambiarán al instante dentro del Finder. En tu caso, has pasado del habitual azul al verde, y como se aprecia en la captura del Finder, los contenedores de Aplicaciones, Biblioteca, Sistema o Usuarios ya presentan esta nueva apariencia.
La alteración es general, por lo que cualquier directorio del sistema adoptará el tono escogido tan pronto como lo modifiques.
Verifica el resultado en el Finder
Regresa al Finder y abre Macintosh HD o cualquier otra ubicación. Notarás que los íconos han actualizado su tonalidad. Esta alteración no impacta el contenido ni la estructura interna, únicamente la apariencia visual, permitiéndote cambiarlo cuantas veces quieras sin riesgo alguno.
Un consejo adicional para una personalización exhaustiva
Si tu meta es personalizar directorios individuales de tu Mac con colores diferentes (por ejemplo, asignar rojo a una carpeta del escritorio y morado a otra), esto sí requiere un procedimiento distinto: copiar y modificar el ícono usando la utilidad Previsualización. No obstante, para modificar el matiz general del sistema, el método anterior es considerablemente más ágil y cómodo.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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