Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
MADRID, 7 nov. (Portaltic/EP).- El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, ha anticipado que están evaluando la posibilidad de ofrecer capacidad de cómputo a otras compañías, configurándolo como una nueva línea de negocio, ante la previsión de una gran necesidad de “computación en la nube para la inteligencia artificial (IA)”.
La firma es conocida por su enfoque dedicado al desarrollo de tecnologías de IA, incluyendo los modelos GPT, su asistente ChatGPT y otras aplicaciones como Sora, recientemente lanzada en Android para la generación de vídeo mediante IA.
No obstante, OpenAI también está considerando expandir su portafolio con un nuevo servicio de nube informática, dirigido tanto a empresas como a individuos, con el objetivo de respaldar la alta demanda de esta tecnología.
Así lo comunicó el máximo responsable de la tecnológica a través de una publicación en la red social X, donde expuso algunas aclaraciones sobre la visión de la empresa en cuanto a la implicación del gobierno estadounidense en el ámbito de la IA y sus infraestructuras.
En este sentido, defendió que cada entidad debe asumir sus propios desembolsos para mantenerse competitiva en el mercado. Para ilustrar cómo financiará OpenAI la totalidad de la infraestructura que está contratando, mencionó proyectos ya en marcha y otros en desarrollo para mantener su rentabilidad y autosuficiencia.
Fue entonces cuando Altman reveló los planes de la empresa de “vender de forma más directa capacidad de cómputo a otras firmas” y a usuarios particulares. “Estamos bastante convencidos de que el mundo requerirá una vasta computación en la nube para la IA”, sentenció.
Pese a que el directivo no ofreció más detalles sobre este aparente nuevo proyecto, sí manifestó su entusiasmo por presentar esta alternativa de cómputo como una opción más dentro de su gama de servicios de IA. “En un escenario donde la IA puede lograr avances científicos significativos, pero a costa de un gigantesco poder de cómputo, queremos estar preparados para ese momento”, añadió.
Además de la computación en la nube, Altman expresó su optimismo respecto a su “próxima propuesta para el ámbito empresarial”, así como a los nuevos dispositivos para el consumidor y la robótica, los cuales espera que sean “trascendentes”.
Por otro lado, también hizo alusión a nuevas áreas sobre las que “es complicado precisar detalles”, como el caso de tecnologías de IA con potencial para descubrimientos científicos, en las cuales OpenAI trabajará más adelante. “Aspiramos a un mundo con IA abundante y accesible. Anticipamos una demanda masiva de esta tecnología, la cual mejorará la vida de las personas de múltiples formas”, concluyó Altman.
En cuanto a su posición sobre la intervención gubernamental, Altman aclaró que OpenAI no busca ni necesita avales estatales para sus centros de datos, ya que “los gobiernos no deberían rescatar a corporaciones que cometen errores estratégicos”.
Sin embargo, arguyó que los gobiernos sí deberían construir y, por ende, poseer, su propia infraestructura de IA, para así contar con una considerable potencia de cálculo y “poseer la autonomía para determinar su uso”. “Establecer una reserva estratégica nacional de capacidad informática resulta muy sensato”, apuntó.
Bajo este contexto, concluyó que “el único aspecto” para el cual OpenAI ha solicitado respaldos es el apoyo al desarrollo de plantas de semiconductores en EE.UU., con el fin de asegurar el suministro a través de la cadena de producción de chips.














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