El mandatario Abinader señaló que la presencia del titular de Defensa de EE. UU. tiene como fin ahondar la colaboración con Estados Unidos en la batalla contra el tráfico ilícito de drogas a nivel mundial.
El secretario de Defensa norteamericano, Pete Hegseth, arribó al Palacio Nacional este miércoles, donde sostuvo un encuentro a puerta cerrada con el presidente Luis Abinader. Dicha visita, según se informó, persigue robustecer la alianza entre Washington y Santo Domingo en la contención del narcotráfico.
Hegseth tocó suelo dominicano alrededor de la 1:21 p.m. por el Aeropuerto Internacional de Las Américas, José Francisco Peña Gómez. Acompañaron al presidente Abinader en esta reunión los ministros de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez; de Defensa, Carlos Fernández Onofre; de la Presidencia, José Ignacio Paliza, y el director del DNI, Luis Soto.
Junto al secretario de Defensa estadounidense estuvo presente la embajadora de esa nación, Leah Francis Campos.
Además de la cita con el jefe de Estado, su itinerario incluye una entrevista con el ministro de Defensa, el teniente general Carlos Fernández Onofre, y otros altos oficiales militares.
Fernández Onofre recibió a Hegseth en el aeropuerto, quien llegó a bordo de un C-32, aeronave ejecutiva de alto nivel perteneciente a la Fuerza Aérea norteamericana.
Previamente, el presidente Abinader había manifestado que el objetivo del viaje de Hegseth es intensificar la labor mancomunada con Estados Unidos para enfrentar el narcotráfico internacional.
“Es una confrontación ardua”, expresó Abinader, ya que “ciertas naciones, primordialmente de Sudamérica, han incrementado su volumen de producción de narcóticos, sobre todo cocaína”.
Se anticipa que Hegseth y Abinader comparecerán ante los medios y emitirán un comunicado conjunto desde la sede presidencial.
El Departamento de Defensa también detalló en una nota que esta visita busca “reforzar los nexos en asuntos de defensa y reiterar el compromiso de Estados Unidos con la soberanía nacional, la salvaguarda de nuestros aliados regionales y la estabilidad y seguridad en todo el continente americano”.
La llegada del jefe del Pentágono ocurre en el contexto del despliegue militar promovido por la administración del presidente Donald Trump en el Caribe, una operación que ha resultado en la destrucción de naves y la neutralización de numerosos individuos presuntamente involucrados en el comercio de estupefacientes.
No obstante, el foco de atención estadounidense está puesto en Venezuela: Washington acusa al presidente Nicolás Maduro de dirigir, junto a otros funcionarios venezolanos, el supuesto Cartel de los Soles, organización ya catalogada por EE. UU. como terrorista.
Venezuela calificó dicha clasificación como una “farsa irrisoria”.
La presencia castrense del país norteño, incluyendo el posicionamiento del portaaviones más grande del mundo, el Gerald Ford, tiene como fin combatir el tráfico de drogas en aguas internacionales de la zona, si bien Caracas sospecha que su verdadero propósito es forzar la destitución de Maduro.
Trump, sin embargo, dejó abierta la opción de dialogar con Maduro.
“Si podemos preservar vidas, si podemos hacer las cosas de buena manera, está bien. Y si debemos hacerlo por la fuerza, eso también sería aceptable”, declaró el republicano la noche del martes.
Tanto autoridades estadounidenses como dominicanas han interceptado embarcaciones con cargamentos de estupefacientes provenientes de Sudamérica, como parte de la iniciativa “Lanza del Sur”, implementada en el Caribe.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.















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