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Sus dirigentes manifestaron que el suceso representa un gran reto para el vecindario.
La calma de la iglesia Alabanza Ozama del Señor Jesucristo, situada en el sector Alma Rosa, en Santo Domingo Este, fue perturbada de nuevo después de que individuos no identificados desmantelaran, por segunda vez en menos de un mes, los equipos de aire acondicionado instalados en la azotea del recinto.
Según los pormenores proporcionados por feligreses, los vándalos irrumpieron la madrugada del jueves pasado y procedieron a cortar las cañerías de cobre, además de dañar las cubiertas y rejillas de los aparatos, causando perjuicios económicos considerables al templo.
La comunidad de fe, que agrupa a más de 900 almas y cuenta con más de treinta años de ministerio en la zona, se ubica en la calle Primera con Activo 20-30 de Alma Rosa. Sus cabezas visibles expresaron que la situación se ha vuelto un serio impedimento para el sector.
Juan Sánchez, coordinador del Ministerio de Matrimonios, y Alfredo Rodríguez, a cargo de Protemplo, comunicaron que se dirigieron al cuartel de la Policía Nacional ubicado en la avenida Sabana Larga, en el Ensanche Ozama, donde formalizaron la querella.
No obstante, indicaron que, pese al tiempo transcurrido, los agentes no han ofrecido ninguna contestación sobre el incidente.
Uno de los aspectos más desalentadores para los miembros de la iglesia es que, si bien había un monitor de seguridad en la cubierta, los delincuentes colocaron un gorro sobre la lente, imposibilitando que las grabaciones captaran sus rostros o movimientos.
Sánchez y Rodríguez recordaron que este mismo tipo de hurto ocurrió a inicios de octubre, cuando sujetos desconocidos también se llevaron tramos de cobre y otros componentes de los sistemas de climatización, dejando sin ventilación el santuario por varios días.
“Cada vez que pasa algo así, debemos invertir de nuevo en ductos de cobre, gas refrigerante y reparaciones varias, porque al cortar los conductos el gas se escapa y los equipos quedan completamente inservibles”, lamentaron los dirigentes, visiblemente apesadumbrados.
Añadieron que, a pesar de las denuncias repetidas, las autoridades policiales no han logrado apresar a los responsables, quienes aparentemente se dedican a esta misma actividad en toda la periferia. Se supo que un colegio y varias viviendas aledañas también han sido víctimas de robos semejantes.
“Estamos angustiados y ya no sabemos qué haremos con este problema que nos mantiene en constante zozobra”, manifestaron al final.
La feligresía solicitó a las autoridades incrementar la custodia y actuar con mayor celeridad para detener a quienes perpetran estos actos que afectan la seguridad y el patrimonio de la congregación cristiana de Alma Rosa.















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