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WEST PALM BEACH, Florida, EU (AP) — La Mansión Ejecutiva declaró este sábado que sería “magnífico” bautizar el nuevo campo de la franquicia de la NFL de Washington con el nombre del presidente Donald Trump, luego de una nota de ESPN que sugiere que un emisario contactó al consorcio dueño de los Commanders indicando su deseo de que lleve su designación.
Trump podría comunicar el deseo en persona el domingo, en el momento en que se prevé que asista al cotejo de los Commanders frente a los Lions de Detroit en el Estadio Northwest en Landover, Maryland. Está programado rendir homenaje a los excombatientes estadounidenses durante el intermedio.
“Sin duda sería una denominación espléndida, pues fue el presidente Trump quien facilitó la edificación del nuevo recinto”, afirmó Karoline Leavitt, portavoz de prensa del mandatario republicano.
Un representante de los Commanders de Washington comunicó a The Associated Press por mensaje de texto que la escuadra no emitiría declaración alguna sobre el reporte. La oficina de la alcaldesa del distrito, la demócrata Muriel Bowser, declinó opinar al respecto.
Conforme a un pacto revelado en abril entre la franquicia y el Distrito de Columbia, el equipo retornará a la capital del país con un flamante estadio que se calcula costará cerca de 4 mil millones de dólares. Su edificación se efectuará en el emplazamiento del Estadio RFK, donde el club jugó por más de tres décadas, tiempo en el que conquistó tres Super Bowls en los años 80 y 90.
El presidente demócrata Joe Biden promulgó una ley a fines del año pasado para traspasar terrenos, que abarcaban aquel antiguo coliseo, del gobierno federal a la municipalidad. El convenio, con el equipo aportando 2 mil 700 millones de dólares y la ciudad invirtiendo alrededor de mil 100 millones de dólares para el estadio, viviendas, zonas verdes y un complejo deportivo en áreas adyacentes al río Anacostia, obtuvo la aprobación del Consejo de la Ciudad de D.C. en septiembre, y la demolición ya inició.
En julio, Trump amenazó con paralizar el acuerdo demandando que el equipo modificara su nombre de Commanders al de Redskins, una designación considerada irrespetuosa hacia los indígenas americanos.
Trump ha disfrutado históricamente que su apellido figure en diversos elementos, desde su trayectoria como constructor de inmuebles, abarcando rascacielos, hoteles y campos de golf, hasta sus contratos de comercialización que han resultado en Biblias, relojes y fragancias con el sello Trump.
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