Romeo Santos y Prince Royce estrenan mañana viernes su disco conjunto, ‘Better late than never’, con el cual las figuras de la bachata buscan renovarse y hacer historia en medio del auge de la música latina, afirmando que todavía hay cabida para nuevas propuestas.
En una charla con una docena de medios internacionales, incluida EFE, antes de la primera ‘sesión de escucha’ del álbum en el Madison Square Garden, Santos, de 44 años, y Royce, de 36, coinciden en que la música latina, y la bachata en particular, han avanzado mucho, si bien ven potencial de crecimiento.
“Se ha logrado bastante, pero ciertamente creo que falta mucho más”, afirma Santos, quien colaboró en la popularización mundial de la bachata con su éxito ‘Obsesión’ (2002) junto al Grupo Aventura, del cual se desvinculó en 2011, y cuya trayectoria como solista lo ha establecido como el rey del bachateo moderno dominicano.
“Formamos parte de un conjunto de muchos colaboradores, muchos bachateros. Desde los inicios: (Leonardo) Paniagua, Luis Segura, por citar algunos, hasta quienes nos sirvieron de inspiración: Antony Santos, Luis Vargas, Raulín…”, rememora el cantante neoyorquino de ascendencia dominicana.
“Y saber que se nos considera precursores del género es un privilegio, un gran honor, pero que sigan llegando más relevos”, manifiesta, provocando que Royce, a su lado, añada con rapidez un “totalmente”.
Royce, también oriundo de Nueva York y de raíces dominicanas, expresa, por su parte, gratitud por su propia influencia en la actualización del estilo desde su debut en 2011, álbum que marcó el inicio de una carrera caracterizada por la mezcla con ritmos urbanos que le ha valido el sobrenombre de ‘el príncipe de la bachata’.
“Como vocalista o artista de cualquier género, uno busca impulsar, que esto se expanda más. Para mí ha sido un halago observar (…) a gente de todo el orbe cantar bachata, bailar bachata… Pienso en cómo puedo representar al género para que continúe en expansión constante”, explica.
“Es un reto para un artista modificar y renovarse con cada producción. Yo sentí esa necesidad de transformarme”, añade Royce, subrayando que el proyecto fue fruto de un trabajo arduo, en secreto y bajo la presión de superarse a sí mismos, pero el resultado es “un instante memorable para ambos y para la cultura”.
Este nuevo trabajo representa su primera colaboración tras tres duetos “que nunca vieron la luz”, comenta Santos, y en el que han invertido los últimos siete años, si bien de manera más intensa en el último, tras una “oferta tentadora” de Royce, bromea, haciendo alusión a una de sus melodías más conocidas.
“Ha sido una gran vivencia para mí, ya que antes yo solía dirigir, producir… Pero con este proyecto él fue bastante insistente en probar cosas inéditas. Me impulsó. Fui desafiado, de una manera positiva, en el mejor sentido”, añade Santos.
Según detalla, el disco es una dedicatoria “no solo a la República Dominicana, sino a los seguidores y a la bachata”, y a través del cual cualquier oyente, incluso sin ser “fanático” de alguno de ellos, puede “disfrutar de distintos matices en el género, debido a la fusión de estilos que empleamos”.
A lo largo de trece piezas, las bases rítmicas tradicionales de la bachata se entrelazan con otros sonidos como el R&B, los ‘afrobeats’, el reguetón, el bolero o incluso la bomba puertorriqueña, según revelaron esa noche ante los miles de asistentes que escucharon el álbum antes de su lanzamiento oficial mañana.
Santos manifestó su deseo de que “llegue a ser un clásico y que la audiencia perciba que dedicamos todo, el corazón, toda la capacidad creativa posible, y que ambos nos renovamos”.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.














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