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SANTIAGO. La municipalidad de Santiago de los Caballeros retomó ayer su rutina habitual, después de los aguaceros históricos del jueves, con precipitaciones que llegaron a 144.02 milímetros en su pico más fuerte y 86.11 milímetros acumulados en poco tiempo, lo cual generó un gran atasco de tráfico en las arterias principales de la zona urbana y algunas áreas, además de crecida de arroyos y canales.
A pesar del ambiente de tensión vivido aquí, las instancias gubernamentales comunicaron que las precauciones tomadas por la Alcaldía de Santiago, que incluyeron limpieza de canales, cuidado de los desagües y mejoramiento en la recogida de basura, no resultaron en perjuicios importantes ni consecuencias graves para los ciudadanos.
“Aún no cesaban las precipitaciones, cuando ya grupos de trabajo de nuestra Alcaldía, el Cuerpo de Bomberos, Defensa Civil, la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), la Policía Nacional y otras entidades estaban en las calles laborando para solventar el problema y restablecer la calma en la ciudad”, declaró el alcalde Ulises Rodríguez.
Ayer, operativos de la Alcaldía se dedicaron a intensificar las labores de despeje de los ductos para impedir nuevos desbordamientos en los pasos a desnivel y otras vías.
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El subdirector nacional de Defensa Civil, Francisco Arias, detalló que se activaron los protocolos de resguardo y avisos anticipados, así como la vigilancia constante de canales, colectores y la coordinación con equipos de respuesta inmediata, asegurando la protección de las zonas más sensibles.
No obstante, algunos sectores y entendidos regularmente señalan la ausencia de cuidado preventivo como causa de las inundaciones urbanas en las calzadas y barrios, tal como afirmó el exdirector de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), Hamlet Otáñez.
“No hubo previsión, puesto que se trató de un evento fácilmente evitable, dado que había avisos del COE y Meteorología sobre las lluvias esperadas en Santiago”, manifestó.
Las lluvias también anegaron los viaductos, obstruidos por las labores del Monorriel que se efectúan en las cercanías. A modo de ejemplo, en el paso a desnivel sobre la avenida















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