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Washington.- El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este lunes en la Casa Blanca a su par sirio, Ahmed Al-Sharaa, un antiguo combatiente opositor que fue retenido por efectivos norteamericanos en Irak en 2005 debido a sus lazos con Al Qaeda y a quien ahora Washington presenta como “un dirigente firme”.
Durante una comparecencia ante la prensa en el Despacho Oval, Trump resaltó al gobernante sirio, a quien acogió a puerta cerrada, y afirmó tener total confianza en su capacidad de conducción.
“Es un hombre fuerte (…) Deseamos que Siria sea una nación próspera, y él puede lograrlo”, declaró el presidente estadounidense ante las consultas periodísticas sobre la visita.
Al-Sharaa asumió de manera oficial como presidente provisional de Siria el pasado 29 de enero luego de encabezar las agrupaciones insurgentes que derribaron al presidente Bashar al-Asad en diciembre de 2024.
Su arribo a Washington significa el primer viaje de un jefe de Estado sirio a la Casa Blanca desde que Siria obtuvo su autonomía de Francia en 1946.
A su llegada, numerosos ciudadanos sirios se congregaron frente a la Casa Blanca agitando banderas del país y expresando su apoyo al presidente interino, quien saludó a los seguidores antes de incorporarse a su comitiva.
La reunión en el Despacho Oval se prolongó cerca de dos horas y se efectuó sin presencia de público.
La visita se concretiza tras el retiro por parte de Estados Unidos de las restricciones impuestas a Siria durante décadas, bajo la administración de la familia Assad, y en momentos en que Al-Sharaa busca la anulación definitiva de las limitaciones que todavía afectan la inversión foránea y la reconstrucción nacional.
La vocera de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, subrayó que el encuentro forma parte de las gestiones diplomáticas de Trump para fomentar la tranquilidad y afianzar la zona.
Expertos opinan que esta apertura de Washington hacia Siria es trascendental, puesto que permitirá a la nación colaborar más estrechamente con las fuerzas estadounidenses en la contención del grupo Estado Islámico y robustecer el entendimiento con socios regionales.
Al-Sharaa, nacido en 1982 en Damasco, inició su trayectoria en el enfrentamiento sirio como activista vinculado a Al Qaeda, y fue apresado por tropas estadounidenses en Irak en 2005, permaneciendo bajo reclusión hasta 2011.
Posteriormente, se desvinculó formalmente de la organización, consolidó su influencia sobre Hayat Tahrir al-Sham y en diciembre de 2024 dirigió la ofensiva que destituyó al régimen de Bashar al-Asad, siendo designado presidente provisional de Siria en enero de 2025.
El gesto de la Casa Blanca simboliza una modificación sustancial en la estrategia norteamericana hacia Siria después de años de vetos y distanciamiento diplomático, y marca el inicio de una nueva fase en las relaciones bilaterales, con posible repercusión en la estabilidad de Oriente Medio y en los esfuerzos globales contra el fanatismo.















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