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— WASHINGTON. AP. Al volver tras una semana en el extranjero, el presidente estadounidense Donald Trump apremió al Senado a suprimir el obstruccionismo y reanudar las labores del gobierno después de un cierre de un mes, distanciándose de la mayoría republicana que por largo tiempo se había mantenido contraria a tal acción.
Trump manifestó el jueves, mediante una publicación en su red social, que “LA RESOLUCIÓN ES INEQUÍVOCA: ACTIVAR LA ‘OPCIÓN ATÓMICA’, ELIMINAR EL OBSTRUCCIONISMO”.
El cambio repentino de Trump al involucrarse en la discusión sobre el cierre —al plantear la exigencia, de gran carga, de poner fin al obstruccionismo— seguramente generará tensión en el Senado. Esto podría motivar a los senadores a realizar sus propias concesiones o dirigir la cámara hacia una renovada sensación de crisis.
Trump ha instado por mucho tiempo a los republicanos a desechar la norma del Senado que requiere 60 votos para superar objeciones, algo que data de su primer mandato. Dicha regla brinda a los demócratas control sobre la mayoría republicana de 53 escaños y suficientes votos para mantener el gobierno paralizado mientras exigen una extensión de los fondos para la atención médica.
El líder de la mayoría del Senado, John Thune, y la casi totalidad de los integrantes de su bancada republicana, se han opuesto firmemente a modificar el obstruccionismo, argumentando que es esencial para la institución senatorial y que les ha permitido frenar las iniciativas demócratas cuando han estado en minoría.
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Thune ha aseverado repetidamente que no contempla la alternativa de alterar las reglas para finalizar el cierre, y su vocero, Ryan Wrasse, indicó el viernes en un comunicado que la “posición (del líder) sobre la trascendencia del obstruccionismo legislativo no ha variado”.
El requerimiento de Trump surge en un momento en que ambas agrupaciones han logrado escasos progresos para solventar el punto muerto del cierre. Él comentó en su publicación que reflexionó “intensamente” sobre su determinación durante su regreso y que una interrogante que surgió constantemente en su viaje fue por qué “los influyentes republicanos permiten” que los demócratas paralicen partes del ejecutivo.
Pese a que se sostienen pláticas discretas, especialmente entre senadores de ambos partidos, no se prevé que el cese de actividades culmine antes de la semana siguiente, dado que la Cámara de Representantes y el Senado están fuera de sesión. Los demócratas afirman que no votarán por la reactivación del gobierno hasta que los republicanos negocien una prolongación de los subsidios sanitarios, mientras que los republicanos sostienen que no dialogarán hasta que el gobierno esté nuevamente operativo.
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