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WASHINGTON — El presidente Donald Trump revivió su propuesta de entregar giros de estímulo a los ciudadanos americanos en una reciente publicación en Truth Social.
Al referirse al impacto de los gravámenes aduaneros en el país, escribió lo siguiente: “Se otorgará una bonificación de al menos 2,000 dólares por individuo (¡excluyendo a los de altos ingresos!) a todo el mundo”.
También señaló que el pasivo nacional se aminoraría gracias a los “billones de dólares” que se recaudarían.
Para que se materialice el envío de un giro de estímulo a los americanos, se requeriría la aprobación de una normativa por parte del Congreso, algo que no ha ocurrido.
No era la primera ocasión que Trump dejaba entrever la posibilidad de distribuir estos giros.
El mes pasado, en una entrevista con One America News, Trump mencionó la opción de remitir pagos de estímulo utilizando lo percibido por los derechos aduaneros.
Cuando se le interrogó sobre qué haría con las ganancias derivadas de los aranceles más elevados a los productos importados, inicialmente comentó que la administración estaba evaluando la “disminución del endeudamiento”.
Luego añadió que una alternativa podía ser la emanación de un plan de incentivo como resultado.
“Saldaremos la deuda, pero también podríamos efectuar una distribución a la población, algo parecido a un rédito para el pueblo estadounidense”, dio a entender.
En febrero, Trump manifestó que le resultaba atractiva la idea de reintegrar a los ciudadanos americanos una porción de los ahorros generados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk, a modo de dividendo.
Durante una cumbre de inversiones en Miami, afirmó que el ejecutivo consideraba un esquema donde el 20% de la economía lograda por las gestiones de recorte de gastos del DOGE se destinaría a los ciudadanos de EE. UU. y otro 20% a saldar la deuda nacional.
No obstante, ese esquema nunca se concretó y Musk dejó su puesto en el DOGE en mayo.
En julio, retomó el tema, asegurando que su gabinete estaba estudiando el envío de fondos a ciertos americanos.
“De hecho, lo estamos considerando. Estamos obteniendo tanto dinero que estamos pensando en una pequeña devolución”, aseveró Trump. “Pero lo más primordial para nosotros es reducir la deuda, aunque barajamos una compensación”, añadió.
En aquel momento, Trump dio a entender que estos irían destinados a “personas con un determinado nivel de renta”.
“Estamos considerando una devolución porque estamos recibiendo tanto dinero por los aranceles que un pequeño retorno para gente de cierta capacidad económica podría ser muy beneficioso”, explicó a los reporteros fuera de la Casa Blanca.
El diccionario de Cambridge describe las devoluciones como “una suma de dinero que se le devuelve, especialmente por parte del gobierno, por ejemplo, si ha pagado impuestos excedentes”. Definen estímulo como “aquello que impulsa el crecimiento o la actividad”.
Poco después, el senador republicano Josh Hawley presentó la Ley de Retribución para el Obrero Americano, orientada a un cheque de estímulo, pero la propuesta no ha encontrado gran eco entre sus pares.
Varios senadores del partido republicano tacharon públicamente la iniciativa de giros por aranceles, catalogándola desde “una mala ocurrencia” hasta “una disparatada”.
La mayoría de los conservadores, en contraste, prefieren destinar los ingresos arancelarios a mermar el pasivo nacional.
Analistas financieros coinciden en que, si bien los gravámenes se imponen formalmente a quienes exportan desde el extranjero, el coste real lo asumen las corporaciones estadounidenses que traen bienes.
Estos costes adicionales a menudo se trasladan a los consumidores americanos mediante precios más elevados.
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