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ANKARA, Turquía (AP) — El viernes, Turquía efectuó una sobria ceremonia fúnebre por veinte efectivos militares que perdieron la vida en un siniestro aéreo ocurrido en Georgia.
El aeroplano de transporte bélico C-130, que cubría la ruta de Ganja (Azerbaiyán) hacia Turquía, se estrelló el martes en el distrito georgiano de Sighnaghi, próximo a la frontera azerbaiyana. Las razones del percance están bajo investigación.
Entre los fallecidos figuraban tripulantes y personal castrense encargado de las labores de mantenimiento y arreglo de los aviones de combate F-16 turcos que habían viajado a Azerbaiyán para tomar parte en las conmemoraciones del Día de la Victoria. Dicho evento rememoraba el triunfo militar de Azerbaiyán sobre Armenia en 2020 por la soberanía de la región de Karabaj, conocida globalmente como Nagorno-Karabaj, un enfrentamiento que se extendió por casi cuarenta años.
Parientes, funcionarios y colegas rindieron tributo frente a los veinte féretros, tapados con el pabellón nacional, en una base aérea en Ankara. Luego, los restos fueron llevados a sus respectivas poblaciones para el entierro.
El cuerpo armado ha paralizado temporalmente el resto de sus 18 aeronaves de carga militar C-130 como medida precautoria mientras se llevan a cabo las revisiones técnicas.
Los aparatos C-130 son de uso vasto por las fuerzas armadas turcas para mover personal y gestionar tareas logísticas.
Turquía despachó sin demora un grupo investigador para establecer el motivo del suceso. El Ministerio de Defensa Nacional comunicó que la caja negra de registro de vuelo y la grabadora de sonidos de la cabina del aparato estaban siendo analizadas en Ankara.
La cartera ministerial aseguró que el avión no transportaba armamento explosivo al momento del impacto.
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