WASHINGTON (AP) — Un individuo de origen afgano ha sido imputado por disparar contra dos efectivos de la Guardia Nacional de Virginia Occidental a pocas cuadras de la Casa Blanca, en un acto de violencia manifiesta en momentos en que la presencia de contingentes en la capital del país y otras urbes se ha convertido en un foco de disputa política.
El director del FBI, Kash Patel, junto a la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, indicaron que los miembros de la guardia fueron ingresados en estado grave tras el ataque armado del miércoles por la tarde. El gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, había desmentido su anuncio previo sobre el fallecimiento de los soldados, explicando que recibió “informaciones contradictorias” acerca de su estado.
El inusual tiroteo contra personal de la Guardia Nacional en territorio norteamericano, víspera del Día de Acción de Gracias, tiene lugar en medio de litigios judiciales y un debate más amplio sobre la política pública referente al empleo de fuerzas militares por parte del gobierno de Donald Trump para atajar lo que las autoridades describen como un problema de criminalidad descontrolada.
La administración Trump dispuso ágilmente el envío de 500 efectivos adicionales de la Guardia Nacional a Washington.
El presunto autor, que se encuentra bajo custodia, también resultó herido de bala, y sus lesiones no se consideran potencialmente mortales, según una fuente de seguridad no autorizada para comentar públicamente el tema, que habló con AP bajo anonimato.
El sospechoso, de 29 años y ciudadano afgano, entró a Estados Unidos en 2021 mediante la Operación Bienvenidos Aliados, un plan del gobierno de Joe Biden que evacuó y reubicó a decenas de miles de afganos tras la retirada estadounidense.
Esta iniciativa facilitó la llegada de unas 76.000 personas a suelo estadounidense, muchas de las cuales colaboraron con las tropas y diplomáticos de EE. UU. como traductores e intérpretes. Desde entonces, el programa ha sido objeto de intenso escrutinio por parte de Trump y sus partidarios, congresistas republicanos y algunas entidades de supervisión gubernamental debido a fallos en los procesos de filtrado y la celeridad de las admisiones, aunque quienes lo defienden argumentan que ofreció un salvavidas a personas en riesgo de represalias por parte de los talibanes.
El sospechoso, residente en el estado de Washington, fue identificado por autoridades policiales como Rahmanullah Lakanwal, aunque los funcionarios seguían en proceso de corroborar completamente sus antecedentes, según dos oficiales y una persona conocedora del caso. Dichas personas no pudieron facilitar detalles de una indagación en curso y se comunicaron con The Associated Press bajo condición de reserva.
Lakanwal llegó a Bellingham, Washington, a unos 127 kilómetros al norte de Seattle, con su esposa y cinco hijos, según relató su anterior arrendadora, Kristina Widman.
La noche del miércoles, en un video difundido por redes sociales, el presidente Donald Trump instó a que todos los refugiados afganos admitidos durante la gestión de Biden fueran sometidos a una nueva revisión.
“Si no sienten afecto por nuestro país, no los queremos”, afirmó, calificando el tiroteo como “un atentado contra toda nuestra nación”.
Jeffery Carroll, subjefe ejecutivo del Departamento de Policía de D.C., señaló que los investigadores no contaban con información sobre un móvil. Declaró que el agresor “giró la esquina” e inmediatamente abrió fuego contra las tropas, basándose en un video examinado por los investigadores.
“Este fue un ataque dirigido”, afirmó Bowser.
**Las tropas lograron retener al atacante**
El incidente ocurrió cerca de dos manzanas al noroeste de la Casa Blanca, próximo a una estación de metro. Al oír los disparos, otros efectivos en la zona corrieron y sometieron al tirador tras herirlo.
“Al parecer, fue un tirador solitario que empuñó un arma de fuego y emboscó a estos miembros de la Guardia Nacional”, dijo Carroll, añadiendo que no estaba claro si alguno de los guardias o un policía disparó contra el sospechoso.
“Por ahora no tenemos más implicados”, comunicó Carroll en una rueda de prensa.
Al menos un miembro de la guardia intercambió disparos con el agresor, comentó otro oficial que no estaba autorizado a discutir el tema públicamente y habló bajo anonimato.
Un video que circuló en redes sociales justo después mostró a personal de emergencia realizando reanimación cardiopulmonar (RCP) a uno de los soldados y asistiendo al otro en una acera cubierta de cristales rotos.
**Testigos vieron gente huyendo**
Michael Ryan se encontraba justo al otro lado de la calle cuando escuchó fuertes explosiones y comenzó a correr con otras personas. Al regresar más tarde, relató a AP que vio a una persona inmovilizada en el suelo mientras otros gritaban “¡quedense en el suelo!”, y, cerca, efectivos de la Guardia Nacional se abrazaban.
“Es una escena verdaderamente espantosa de presenciar”, comentó Ryan.
Emma McDonald, quien salía de una estación de metro justo tras los disparos, indicó que ella y un acompañante buscaron resguardo con otros en una cafetería. McDonald declaró a AP que minutos después vio a los socorristas trasladando una camilla con un miembro de la Guardia Nacional cuya cabeza sangraba.
El área quedó acordonada con cinta policial, y las luces intermitentes de vehículos de bomberos y policía parpadeaban mientras el ruido de las hélices de helicópteros resonaba por encima. Había agentes del Servicio Secreto y de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, y efectivos de la Guardia Nacional vigilando las inmediaciones. Al menos un helicóptero aterrizó en el National Mall.
“Creo que es un recordatorio sombrío de que los soldados, ya sean de servicio activo, de reserva o de la Guardia Nacional, son la espada y el escudo de los Estados Unidos de América”, manifestó el vicepresidente JD Vance en Fort Campbell, Kentucky, donde ofreció un mensaje de Acción de Gracias a las tropas.
El general Steven Nordhaus, jefe de la Oficina de la Guardia Nacional, canceló sus planes de pasar el feriado con soldados en la Bahía de Guantánamo para viajar a D.C. y acompañar a los miembros de la guardia allí.
El secretario del Ejército, Dan Driscoll, informó en redes sociales que visitó a los heridos en el hospital y que “se le encoge el corazón por ellos”.
**Tropas desplegadas en D.C. bajo orden de emergencia**
Trump emitió un decreto de emergencia en agosto que federalizó el cuerpo policial local y movilizó efectivos de la Guardia Nacional de ocho estados y el Distrito de Columbia. El mandato expiró un mes después, pero los contingentes permanecieron.
Actualmente, cerca de 2.200 personas están asignadas a la fuerza de tarea conjunta que opera en la ciudad, según la información oficial más reciente.
La semana pasada, un juez federal ordenó el cese del despliegue, pero también suspendió su fallo por 21 días para dar tiempo al gobierno a retirar las tropas o presentar una apelación.
Los miembros de la guardia han patrullado barrios, terminales de transporte y otras localizaciones, han participado en puntos de control y han sido asignados a labores de recolección de residuos y vigilancia de eventos deportivos.
Más de 300 miembros de la Guardia Nacional de Virginia Occidental fueron desplegados en agosto. Alrededor de 160 de ellos se ofrecieron como voluntarios la semana pasada para prolongar su servicio hasta el fin de año, mientras que el resto regresó a casa hace poco más de una semana.
Periodistas de Associated Press Konstantin Toropin, Seung Min Kim, Safiyah Riddle, Matt Brown, Mike Balsamo, Eric Tucker, Jesse Bedayn, Evan Vucci, Nathan Ellgren, John Raby, Hallie Golden, Michael R. Sisak y John Seewer colaboraron.
Esta crónica fue adaptada del inglés por un editor de AP con asistencia de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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