Salud

Un setenta por ciento de los impedimentos para la donación de órganos provienen de rechazos familiares

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Este mismo criterio se utiliza para ciertos casos de trasplante hepático.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Santo Domingo, R.D. – El setenta por ciento de los obstáculos en la entrega de órganos procede de parientes de pacientes fallecidos que rechazan la donación tras confirmarse la muerte cerebral.

Según el titular del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante (INCORT), José Juan Castillos Almonte, son variados los motivos por los cuales la entrega de órganos en República Dominicana es escasa; uno de ellos es de orden cultural o religioso.

Otra razón es el desconocimiento o la falta de información de la población, además del rechazo de los allegados, lo cual suma el 70% de los impedimentos.

La muerte encefálica se define como el cese total e irreversible de las funciones del encéfalo, abarcando el cerebro y el tronco encefálico. Los expertos consideran que un individuo está en muerte cerebral cuando requiere soporte vital artificial para subsistir.

Este dictamen se establece mediante evaluaciones clínicas que ratifican la inexistencia de actividad cerebral y la ausencia de reflejos, mientras el corazón del paciente sigue activo gracias a fármacos, detalló el doctor Castillos Almonte durante su comparecencia en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.

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Cuando un individuo alcanza el estado de muerte encefálica, un facultativo especializado, el coordinador de trasplantes, se ocupa de identificar el caso y mantener al paciente asistido hasta poder conversar con la familia sobre una posible donación de órganos.

El sistema de trasplantes del país administra la asignación de órganos mediante un registro nacional, si bien contempla una excepción fundamental denominada prioridad cero.

Esta prioridad se reserva para individuos en fase terminal inminente, como aquellos con insuficiencia renal que han agotado toda opción de diálisis (ya sea vascular o peritoneal) y cuya vida depende de un trasplante inmediato. Este mismo criterio se utiliza para ciertos casos de trasplante hepático.

Al momento de obtener un órgano, este es sometido a pruebas de histocompatibilidad. El programa contrasta los resultados con los sujetos en lista de espera para seleccionar a los diez candidatos con mayor afinidad. La elección no solo se fundamenta en la compatibilidad biológica, sino que también valora el tiempo que el paciente lleva en lista y en tratamiento de diálisis. Adicionalmente, se considera la edad del donador para asegurar que el órgano sea apropiado para quien lo recibirá.

El cirujano especialista en trasplante de hígado y riñón, y presidente del Colegio Médico de Cirujanos, Jiomar Figueroa, comunicó que, además del riñón, la nación posee programas para el trasplante de músculo cardíaco e hígado. En el historial de estos procedimientos se han ejecutado unos tres trasplantes cardíacos y 55 hepáticos.

Según Figueroa, también es factible efectuar trasplantes de intestino, y actualmente se está formando un equipo profesional para iniciar los trasplantes pulmonares, una intervención tan necesaria como la de hígado.

El presidente del Colegio Médico de Cirujanos añadió que, además de órganos sólidos, se efectúan trasplantes de tejidos como córneas, piel, huesos, cartílagos y válvulas del corazón.

No obstante, enfatizó la necesidad de destinar recursos no solo educativos, sino también financieros, para poder cubrir las demandas que surgen en torno a estos procesos médicos esenciales para la vida de las personas.

Jiomar Figueroa resaltó en su intervención en el habitual Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio que únicamente los trasplantes renales son cubiertos por la seguridad social, lo que implica un elevado desembolso para los núcleos familiares con un paciente que requiere un trasplante de órganos.

“Se requiere inversión, pero sobre todo instrucción. La sensibilización ciudadana es la base. La gente debe comprender que donar órganos es un acto de dar vida”, afirmó.

El director del INCORT explicó que cualquier persona en República Dominicana es apta para ser donante de órganos, siempre que goce de buena salud.

Sin embargo, aclaró que, si bien todos pueden calificar, lo más crucial es comunicar ese deseo a sus familiares directos, dado que son ellos quienes tienen la potestad de decidir al momento en que un paciente sufre muerte encefálica.

“Todos podemos donar, pero lo esencial es que tus parientes lo sepan”, subrayó.

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