Aquí tienes una versión reescrita de forma muy ligera del texto, manteniendo la misma lógica:
A continuación, un resumen de los sucesos que condujeron al determinamiento de Caracas:
El 21 de noviembre, la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU. recomendó “máxima cautela” al atravesar Venezuela y el sur del Caribe debido a lo que perciben como “un entorno potencialmente riesgoso” en la región.
La autoridad aeronáutica alertó sobre “un peligro latente para las aeronaves a cualquier altura, incluyendo durante el tránsito y las aproximaciones y despegues”, a causa del “empeoramiento del panorama de seguridad y la incrementada actividad militar en el territorio venezolano o sus cercanías”.
Este aviso se emitió cinco días después de que EE.UU. notificara la incursión del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del Pentágono, en aguas caribeñas.
La aerolínea española Iberia comunicó el sábado la suspensión de sus cinco trayectos semanales a Venezuela, indicando que estaba evaluando el contexto para decidir cuándo reanudarlos. A esta determinación se sumaron la portuguesa TAP, la brasileña Gol y la colombiana Avianca, que anularon sus salidas previstas para ese día y los subsiguientes.
Por otro lado, la colombiana Wingo y la venezolana Avior manifestaron que seguían operando.
La Aeronáutica Civil (Aerocivil) de Colombia señaló estar en comunicación con las empresas aéreas que cubren su jurisdicción, a las cuales instó a examinar el efecto de la directriz estadounidense.
Turkish Airlines, una de las diez mayores del mundo, canceló el domingo sus vuelos programados entre el 24 y el 28 de noviembre, según lo confirmó a EFE la directiva de la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV), Marisela de Loaiza.
Latam Airlines, la de mayor envergadura en Latinoamérica, también anunció la paralización, a modo de “medida preventiva”, de los recorridos establecidos para ese domingo, 23 de noviembre, y el lunes desde Bogotá con destino a Caracas.
Las compañías locales Rutaca, Laser, Estelar y Venezolana de Aviación, con enlaces internacionales, reportaron operar con normalidad.
Venezuela estableció el lunes un lapso de 48 horas para restablecer las actividades, advirtiendo que retiraría las habilitaciones a las firmas que no cumplieran. Ese mismo día, las españolas Air Europa y Plus Ultra pospusieron sus enlaces programados para el martes entre Madrid y Caracas, mientras que Iberia informó a EFE que mantendría las anulaciones hasta, por lo menos, el 1 de diciembre.
Enaire, administrador del tráfico aéreo español, indicó, a requerimiento de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que se aconseja fuertemente a los operadores españoles abstenerse de volar hasta el 1 de diciembre en el espacio que abarca todo el territorio venezolano y se extiende hacia el Caribe.
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) demandó mayor colaboración y claridad a las entidades implicadas en la valoración de la seguridad del espacio aéreo venezolano.
Un informante del Ministerio de Transporte venezolano confirmó el martes a EFE que el plazo expiraría al día siguiente, el miércoles 26 de noviembre, a las 12.00 hora local (16.00 GMT).
A pesar de la advertencia, las suspensiones continuaron y, desde el sábado hasta ese martes, se contaron más de una treintena de trayectos internacionales suspendidos, afectando a miles de viajeros, principalmente en España.
Estelar y Laser, que vuelan a Madrid asociadas con Iberojet y Plus Ultra, respectivamente, informaron de la imposibilidad de efectuar sus rutas entre Caracas y Madrid hasta el 1 de diciembre tras la comunicación de AESA.
Casi doce horas después de cumplirse el plazo, Venezuela informó la revocación de la autorización de vuelo a Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol, al acusarlas de “unirse a las tácticas de desestabilización” impulsadas por EE.UU.
Poco antes de la notificación, el ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, recordó que el Gobierno del país es quien “dictamina quién vuela y quién no” y “se reserva el derecho de entrada”.
En contraste, Wingo, Satena, Copa y Boliviana de Aviación mantienen sus servicios.
Este jueves, IATA solicitó a Venezuela que reconsidere la anulación de permisos, recordando que estas resoluciones buscan resguardar a pasajeros y tripulaciones. Sostuvo que las compañías mantienen su compromiso con la nación e instó al Gobierno a precisar las condiciones que generaron la suspensión y a colaborar para asegurar la integridad y la conexión aérea.
Iberia expresó su esperanza de reanudar los viajes a Venezuela cuanto antes, tan pronto se den las condiciones óptimas de seguridad para los usuarios.
Por su parte, el Ejecutivo de Portugal mostró confianza en que la determinación de Venezuela de retractar la concesión de vuelo a TAP –aerolínea íntegramente estatal portuguesa– no sea definitiva, al considerar la medida “excesiva” y subrayando que Lisboa sigue realizando gestiones diplomáticas para modificarla.
Entretanto, la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (EASA) aseguró estar siguiendo de cerca la situación y añadió que está preparada para actuar si fuera necesario.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.















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