Juan José Alba, experto en seguridad vial: “En curvas o cambios de rasante la baliza V16 no se ve en absoluto”
Ya hay fecha confirmada. A partir del 1 de enero de 2026, las balizas V16 con geolocalización homologadas reemplazarán a los triángulos de emergencia y será obligatorio llevarlas en el coche. Tráfico busca con esta medida mejorar la seguridad en carretera, facilitando que los vehículos inmovilizados sean detectados a distancia y que sus ocupantes puedan advertir eficazmente al resto de conductores en caso de avería o accidente, reduciendo así el riesgo de atropello.
Las nuevas balizas conectadas envían automáticamente la ubicación del vehículo a la plataforma DGT 3.0, que comparte la información con paneles de tráfico y aplicaciones de navegación en tiempo real. Además, su instalación es muy sencilla: basta con colocarla sobre el techo o la puerta gracias a su base magnética y encenderla.
La norma de la DGT exige que estas luces de emergencia cumplan con estándares específicos de seguridad y funcionamiento para ser válidas y homologadas. Por ello, deben garantizar una visibilidad adecuada en condiciones adversas y ofrecer autonomía suficiente para mantenerse operativas durante emergencias prolongadas.
La regulación pretende reforzar la protección de quienes circulan por las vías, reduciendo riesgos de colisiones y accidentes en entornos de tráfico intenso o con visibilidad limitada, una de las circunstancias que están en la base de numerosos siniestros.
Para asegurarse de que una baliza V16 cuenta con la homologación exigida por la DGT es necesario identificar algunos elementos clave. El primero es el código de certificación, que debe figurar en la luz de emergencia y comenzar con LCOE o IDIADA, seguido de números. Este código confirma que el sistema ha sido aprobado en laboratorio y cumple con los estándares legales de visibilidad, autonomía y conectividad. El segundo elemento es el distintivo oficial, que debe estar grabado, impreso o adherido de forma permanente a la carcasa del equipo.
La conectividad con la DGT es otro aspecto fundamental. Las luces homologadas a partir de 2026 incluyen geolocalización y tecnología IoT, lo que permite que la ubicación del vehículo se registre automáticamente al activarse. En el embalaje debe indicarse claramente que el sistema transmite información a la DGT 3.0. Los usuarios pueden verificar que el aparato está registrado consultando el listado oficial de modelos homologados disponible en la página web de la DGT.
Los modelos homologados con transmisión de datos suelen costar entre 40 y 50 euros, incluyendo la conectividad durante un periodo de aproximadamente 12 años. Comprar un aparato económico no homologado podría conllevar sanciones de hasta 200 euros. Por ello, revisar el código, el distintivo, la conectividad y el listado oficial es la forma más segura de asegurarse de que la baliza seguirá siendo válida y útil a partir de 2026.
La correcta instalación del sistema es fundamental para que el dispositivo cumpla su función adecuadamente. La baliza debe colocarse sobre una superficie plana del vehículo, preferiblemente en el techo, para asegurar que la luz sea visible a larga distancia. La duración de la señal luminosa debe cumplir los estándares de homologación, garantizando varias horas de funcionamiento continuo.
La norma de la DGT establece que todos los turismos, furgonetas, camiones, autobuses y remolques no especiales matriculados en España deberán incorporar una baliza V16. También deberán llevarla los vehículos de empresa y flotas profesionales.
Por el contrario, las motocicletas, ciclomotores y vehículos especiales, como maquinaria agrícola o de obras, quedan exentos de esta obligación. Su estructura o tamaño no permiten una instalación segura del dispositivo, por lo que seguirán utilizando otros sistemas de señalización adaptados.
Circular sin una baliza V16 homologada a partir del 1 de enero de 2026 podrá considerarse una infracción grave, con sanciones económicas que podrían alcanzar los 200 euros, según estimaciones del sector jurídico especializado.
Además, si un vehículo no señaliza correctamente su posición y se produce un accidente posterior, la responsabilidad del conductor podría agravarse. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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