MIAMI — Algunos buques petroleros están desviándose de Venezuela tras la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un “bloqueo” a las embarcaciones sancionadas que entren o salgan del país sudamericano, lo que representa una escalada significativa en la campaña de presión de la Casa Blanca contra el mandatario Nicolás Maduro.
Trump publicó el martes en redes sociales que había ordenado un “bloqueo total y absoluto de todos los buques petroleros sancionados” que ingresen o salgan de Venezuela, una medida que podría asfixiar los ingresos de la nación con las mayores reservas petroleras del mundo.
No está claro a qué se refería exactamente Trump con sus amenazas. Las sanciones de Estados Unidos impuestas durante su primer mandato prohíben que los estadounidenses compren petróleo crudo venezolano sin autorización del Departamento del Tesoro.
Además, se han impuesto sanciones a cientos de embarcaciones, parte de una vasta flotilla fantasma que ha proliferado en los últimos años para transportar petróleo en nombre de Irán, Rusia, Venezuela y otros adversarios de Estados Unidos.
Al menos 30 buques sancionados navegan cerca de Venezuela, según Windward, una compañía de inteligencia marítima que colabora con las autoridades estadounidenses para identificar esta flotilla fantasma. Algunos han comenzado a cambiar su rumbo, posiblemente por temor a sufrir el mismo destino que el Skipper, una embarcación incautada por fuerzas estadounidenses cerca de Venezuela la semana pasada.
“Está bastante claro que esto ha interrumpido los flujos de energía hacia y desde Venezuela”, afirmó Michelle Wiese Bockmann, analista de Windward. “Cada hora que monitoreamos estos buques, observamos embarcaciones petroleras que se desvían, deambulan o modifican su comportamiento”.
Uno de ellos es el Hyperion, que se dirigía al puerto venezolano de José antes de girar 90 grados a primera hora del miércoles y tomar rumbo norte, alejándose de Sudamérica.
Este buque, que anteriormente formó parte de la flota estatal rusa de transporte, es uno de los 173 barcos sancionados en los últimos días de la presidencia de Joe Biden por presuntamente facilitar ventas de petróleo ruso en violación de las sanciones impuestas a Moscú por su invasión a Ucrania.
Tras las sanciones, el Hyperion cambió su bandera de Comoras a Gambia. Sin embargo, en noviembre, esta nación de África Occidental eliminó al Hyperion y a decenas de otros buques de su registro, administrado de forma privada, debido al presunto uso de certificados falsos que afirmaban haber sido emitidos por su autoridad marítima.
La propiedad del buque también está oculta bajo múltiples capas de empresas fantasma, algunas registradas en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
“Es evidente que está en una posición para ser incautado”, señaló Wiese Bockmann. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









Agregar Comentario