Según indica esta agenda, “los historiadores consideran que el primer pan fue elaborado hace aproximadamente 9,000 años en Egipto, utilizando principalmente harina de trigo y cerveza”.
Mañana se celebra la Nochebuena, conmemorando el nacimiento de Jesús en Belén, cuyo nombre significa “Casa del pan”. Proviene del hebreo: “Bet léjem”.
El pan es, en el cristianismo, un protagonista destacado, “presente en la Última Cena (c 22:19), motivo por el cual se celebra el sacramento de la Eucaristía” (Agenda de la Mujer Dominicana/Mujer y Pan). Según esta agenda, “los historiadores consideran que el primer pan fue elaborado hace aproximadamente 9,000 años en Egipto, utilizando principalmente harina de trigo y cerveza”.
Tras dos años de guerra en Gaza, periodo durante el cual la ciudad palestina de Belén, en Cisjordania, no celebraba con alegría la temporada navideña, cristianos y musulmanes, tanto palestinos como israelíes, se unieron hace unos días para encender las luces que conmemoran la Navidad.
Estuvieron junto a la Basílica de la Natividad, erigida en el lugar donde la tradición señala que en un pesebre nació el Niño Dios. Es la luz de la esperanza proyectada por la tregua en Gaza.
La Basílica de la Natividad está administrada por religiosos de diversas confesiones, especialmente la ortodoxa griega, la católica romana y la apostólica armenia, que, según tengo entendido, se alternan en su gestión.
Recuerdo que cuando visité Israel, hace varias décadas, y llegamos hasta Cisjordania para conocer el templo en Belén, tuve la fortuna de presenciar, por primera y única vez en mi vida, una ceremonia oficiada por sacerdotes greco-ortodoxos.
En este antiguo templo, esperaba encontrar a simple vista la representación del pesebre, es decir, la Gruta de la Natividad. Sin embargo, no es así. Se encuentra hacia un lado, en un nivel bajo y recogido.
Para acceder a esta capilla, que conmemora ese trascendental hecho, en aquella visita, supongo que sigue igual, tuve que agacharme bajo espacios de escasa altura. Decían que esto se debía a que “el arco de entrada fue tapiado y sólo se utilizó un angosto pasadizo, con el fin de evitar la entrada de los musulmanes montados a caballo”.
Esto remite a tiempos remotos, ya que la basílica fue construida por el emperador Constantino en el año 325, aunque ha sufrido reconstrucciones y restauraciones desde entonces. En el suelo, bajo el altar, vi una estrella de mármol enmarcada en plata. La rodea una inscripción en latín que dice: “Hic de Virgine Maria Jesus Christus Natus Est”.
Recuerdo mi llegada a Belén a finales de la década de 1980, en un “fam trip” con agentes de viajes dominicanos. Nos detuvimos para observar la Tumba de Raquel, donde se dice que fue enterrada la Matriarca “camino a Ephrath, que es Belén. Y Jacobo colocó una columna sobre su tumba, siendo esta columna la tumba de Raquel hasta hoy en día”. Es considerada un lugar sagrado, especialmente para las mujeres. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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