En su sitio web, Pantone describe esta elección de color —que ha denominado Cloud Dancer— como un “susurro de tranquilidad y paz en un mundo ruidoso”, destacando la capacidad del blanco para invitar a la calma y a la reflexión.
Como es habitual, cada fin de año llegan nuevas propuestas cromáticas destinadas a transformar la industria del diseño —en todas sus facetas— de cara a un nuevo ciclo creativo, y el más esperado, Pantone, no podía ser la excepción.
“Me parece una selección que nos toma a todos por sorpresa”, comenta Michelle Saint-Hilaire, diseñadora de interiores.
Y es que, en esta ocasión, por primera vez en 26 años y desde que la marca se consolidó como un referente en la cultura creativa internacional, ha elegido el color blanco como su propuesta para el año entrante, una sorpresa que ha generado opiniones divididas entre creativos de diversas industrias.
En su sitio web, Pantone describe esta elección de color —que ha nombrado Cloud Dancer— como un “susurro de tranquilidad y paz en un mundo ruidoso”, haciendo hincapié en la cualidad del blanco para invitar a la serenidad y la reflexión.
Además, señala que Cloud Dancer “fomenta la verdadera relajación y concentración, permitiendo que la mente divague y la creatividad respire, dejando espacio para la innovación”.
La propuesta cromática de este año es, probablemente, el reflejo de un contexto social internacional marcado por la incertidumbre y la constante evolución; para comprenderlo, quizá baste observar los cambios de liderazgo en algunas de las marcas de moda más reconocidas del mundo, sin siquiera entrar en el análisis del contexto sociopolítico que se vive en algunas de las principales potencias globales.
“En este momento de transformación, cuando estamos reimaginando nuestro futuro y nuestro lugar en el mundo, Pantone Cloud Dancer es un tono discreto que ofrece una promesa de claridad”, afirmó Leatrice Eiseman, directora ejecutiva del Pantone Color Institute, en un comunicado de prensa.
Además, añade que, dado el impacto e interés que genera la selección del color del año de Pantone entre diseñadores y creativos de otras industrias, elegir un color se ha convertido en un proceso “abrumador”, lo que dificulta su selección.
De este modo, Cloud Dancer se presenta como una “declaración consciente de simplificación”, una forma de mejorar el enfoque que propone liberarnos “de la distracción de influencias externas”.
Para seleccionar y proponer su color del año, Pantone, como en cada ocasión, contó con un equipo de expertos en investigación del color, quienes además predicen las tendencias que definirán el mercado del diseño y la industria creativa en el año venidero.
Para elegir un color, el equipo evalúa el desarrollo de nuevas tecnologías, lo que sucede en la industria de la moda, el diseño de interiores y la arquitectura; también considera el mundo del arte y el coleccionismo; y analiza el sentimiento general respecto al color y las tendencias de diseñadores y consumidores durante el año.
El blanco es un color controvertido porque, en ocasiones, profesionales del diseño de interiores lo utilizan como base antes de añadir color a los espacios, pero su potencial va más allá, según explica Xavier Roselló, diseñador de interiores y director de la carrera de Diseño de Interiores y Producto en Chavón, la escuela de diseño.
“Aparte de todas esas características que sugiere psicológicamente, el color blanco en los espacios, para mí, también es un recurso para descongestionar toda la información que hay en ellos”, comenta al respecto.
En el desarrollo de sus proyectos, Roselló emplea el blanco como un color de transición que le ayuda a crear conexión entre otros elementos de colores intensos o con el uso de textiles.
“El blanco me ayuda a hacer transiciones para que el resto sea percibido de una manera mucho más clara y la percepción de quien habita el espacio lo digiera y entienda de forma más llevadera”, explica.
María Gabriela Mendoza, diseñadora de interiores y arquitecta, coincide. Para Mendoza, lo importante es entender que la elección del color del año no determina necesariamente las tendencias del año próximo.
“Una cosa es el color del año y otra muy distinta son las tendencias reales en diseño de interiores”, comenta.
“Este color funciona como un ‘statement’ global, es algo simbólico que marca la intención estética de la industria creativa”, añade.
En la vida cotidiana, según Mendoza, la tendencia en el uso del color en los espacios del hogar responde más “a lo que habitamos, a lo que necesitamos y a cómo se sienten los materiales, las texturas y la luz”.
Cuando hablamos de decoración y diseño de interiores, explica la diseñadora, lo importante es comprender que un color no vive solo en los espacios, sino que se relaciona con otros elementos de diseño como texturas, la iluminación natural, la arquitectura del espacio mismo y “la intención que quieres crear en ese espacio”.
“Por eso siempre recomiendo usar el color del año como base cuando es uno que permite calma, serenidad o amplitud visual, o emplearlo como acento cuando es un color más expresivo o emocional”, añade.
Saint-Hilaire, sin embargo, aunque la elección de color la tomó por sorpresa, encuentra versatilidad en el blanco, ya que “puede combinarse con cualquier gama de colores, desde pasteles hasta tonos brillantes”.
Para ella, la elección es una apuesta no solo por la innovación, sino que es una opción que transmite tranquilidad, elegancia y una clara apuesta por la simplicidad. “Es un tono muy útil en cualquier proyecto de diseño”. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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