Madrid (EFE).- Las intensas lluvias, el viento y el fuerte oleaje han puesto este sábado en alerta a cinco comunidades autónomas peninsulares (Andalucía, Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco), a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y al archipiélago canario.
Los avisos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) son de tipo ‘naranja’ (riesgo importante) en Andalucía y Ceuta, debido a la previsión de lluvias muy intensas; en Galicia, por el fuerte oleaje; y en todas las islas del archipiélago canario.
La situación meteorológica es especialmente adversa en Canarias, donde las lluvias pueden alcanzar los 80 litros por metro cuadrado en muchos puntos, los vientos rachas de hasta 90 kilómetros por hora, olas de 5 a 6 metros en la costa, y precipitaciones de nieve en el norte de Tenerife.
El aviso de nivel ‘naranja’ se ha activado en las siete islas de Canarias, la zona más afectada hoy por el paso de la borrasca Emilia, y la inestabilidad provocará rachas muy fuertes de viento del norte, con chubascos y tormentas que se prevén intensos y persistentes, dejando acumulaciones significativas de nieve en las cumbres.
En Andalucía se han activado avisos por lluvia, viento, tormentas y oleaje; en Asturias, País Vasco, Cantabria y Melilla, por el oleaje que afectará al litoral; en Galicia, también por oleaje y por nieblas en el interior de la provincia de Lugo; y en la ciudad de Ceuta, los avisos son por lluvias, viento, tormentas y oleaje.
La borrasca Emilia, nombrada el jueves por Aemet, experimentó ayer un lento desplazamiento hacia el sur, quedando situada entre Canarias y el golfo de Cádiz hasta mañana.
Como consecuencia, esta borrasca provocará un temporal de viento, oleaje y lluvias intensas en Canarias, así como lluvias fuertes y persistentes en el extremo suroeste peninsular y en el área del Estrecho.
A partir de mañana, se espera un aumento de la inestabilidad en la zona mediterránea, con precipitaciones que podrían acumularse significativamente en áreas del sureste peninsular. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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