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Damaris Altagracia Montás, la madre alegre y solidaria que dejó una huella en Haina

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Siempre estaba haciendo chistes, era muy alegre, le gustaba mucho caminar...", relató Libertad, su hija, en una entrevista con Listín Diario vía videoconferencia.

“Mami era una persona muy jocosa, la queríamos mucho en el barrio. Siempre estaba haciendo chistes, era muy alegre, le gustaba mucho caminar…”, relató Libertad, su hija, en una entrevista con Listín Diario vía videoconferencia.

El dolor que provoca perder a una madre es incomparable. Saber que la sonrisa, la mirada y la calidez de quien te trajo al mundo se han desvanecido es algo a lo que nadie se acostumbra jamás.

A casi ocho meses de haber perdido a su madre aquella fatídica noche de abril en el Jet Set, Libertad Shanlatte Montás no puede evitar llorar al recordar a su progenitora, Damaris Altagracia Montás de Ramírez, quien había salido a celebrar el cumpleaños de su hermana, una de las integrantes de los Haineros Dorados.

Acompañada de su hijo y entre lágrimas que no pudo contener, Libertad abrió su corazón a los periodistas de Listín Diario y narró todo el dolor que ha vivido tras el fallecimiento de su madre.

La dama, quien reside en Estados Unidos, recordó los grandes momentos que compartió con Damaris antes de que partiera de este plano terrenal.

Descrita por las palabras de su hija, Damaris Altagracia Montás era una mujer humanitaria y alegre, sincera y que disfrutaba ayudar a los demás. Amaba salir a caminar, hacer chistes y compartir con las personas de su entorno, lo que le valió el cariño de los vecinos de su barrio.

“Mami era una persona muy jocosa, la queríamos mucho en el barrio. Siempre estaba haciendo chistes, era muy alegre, le gustaba mucho caminar. Ella y yo siempre teníamos problemas por eso, porque a mí no me gustaba mucho caminar y ella me decía: ‘ah, es que tú no quieres salir de ahí'”, contó Libertad durante una videoconferencia con periodistas de Listín Diario.

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Damaris solía visitar a su hija en Estados Unidos. Libertad recuerda que siempre la llevaba a tiendas porque le gustaba mucho salir, y tenían desacuerdos porque “había un momento en que yo decía: ‘mamá, yo estoy cansada'”.

“Le gustaba la decoración, mami estudió decoración. Sabía hacer arreglos florales, preparar picaderas, bizcochos, decoración con globos, y siempre se la pasaba en eso. Le encantaban las cosas dulces, siempre aprendió todas esas cosas porque le gustaban”, comentó Libertad sobre su madre.

Damaris no tuvo más hijos, por lo que su relación con Libertad se basaba en el amor y la complicidad; siempre se tuvieron la una a la otra.

“Soy hija única, mi mamá y yo nos llevábamos muy bien. Mi mamá era mi mejor amiga, ella sabía lo bueno, lo malo, todo lo que yo hacía, todo se lo comunicaba; ha sido muy difícil”.

Al hablar sobre el día de la tragedia, Libertad explicó que su madre no solía ir a discotecas ni a ese tipo de fiestas, sino que accedió para acompañar a su hermana a celebrar su cumpleaños.

“Yo estaba bañándome para ir a trabajar a las 5:00 de la madrugada, y cuando salgo del baño mi esposo me dice: ‘Libertad, no sé si viste lo que pasó en Dominicana, el techo del Jet Set se cayó'”, relató Libertad, quien tras enterarse intentó comunicarse con Damaris en varias ocasiones por llamada, pero sin éxito.

Luego de que el cuerpo de su madre fue identificado por un familiar, Libertad viajó a República Dominicana para el sepelio; sin embargo, cuenta que optó por no ver el rostro de su madre en el ataúd. Asimismo, comentó que no ha ido a las inmediaciones del Jet Set, “ni pienso pasar por allá. Realmente no, no quiero”.

Como cristiana, Libertad compartió el testimonio que vivió semanas después del fallecimiento de su madre. Detalló que a finales de abril, durante el aniversario de la iglesia a la que asiste, fue invitado un profeta, quien se le acercó en medio de una prédica.

“Ahí comenzó a ministrarme y me dijo: ‘Es muy fuerte el dolor que estás sintiendo’. Yo no estaba llorando y en ese momento empecé a llorar porque sentí que me hablaba de parte de Dios, me dijo tantas palabras y me dijo: ‘el ángel de consolación visitó una casa en Haina'”, explicó.

“Él me dijo: ‘Tu madre clamó en el último momento y Dios tuvo misericordia de ella, y tú la volverás a ver en la eternidad. Ten paz porque la volverás a ver'”, citó Libertad sobre ese momento que calificó como una oración respondida por Dios.

Su madre era todo para ella, por lo que reconoce lo difícil que ha sido adaptarse a su ausencia. “Realmente Dios me ha dado la fortaleza para aceptar la realidad, pero no dejo de llorar, realmente mi mamá me hace muchísima falta. De verdad que no es fácil”.

No solo su hija extraña a Damaris, sus nietos la recuerdan como esa abuela que siempre les brindó un amor genuino y los cuidaba mientras su madre trabajaba.

“Lo primero, fue la mejor mamá del mundo. Hizo lo imposible para que su hija tuviera todo. Lavó, planchó, para que yo estudiara en un colegio. Aun teniendo mi familia y mis hijos, mi mamá siempre estuvo ahí. La mejor mamá del mundo. No porque sea la mía, sino por todo lo que se sacrificó por mí. Toda su vida”, concluyó. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

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