Dos grandes acontecimientos se registraron este año 2025 en materia diplomática. Uno fue la designación de la embajadora de Estados Unidos en el país, Leah Campos, cuya nominación por parte del presidente Donald Trump ya se conocía desde diciembre de 2024.
La elección puso fin a unos cuatro años de espera para que Estados Unidos enviara a su representante oficial, luego de que Robin Bernstein dejara vacante su posición, quedando solo con representaciones interinas para negocios desde diciembre de 2020.
Esto respondía, según Roberto Álvarez, canciller de la República Dominicana, a “razones políticas internas de Estados Unidos”. Dijo que el Congreso estadounidense se opuso a las designaciones de los embajadores propuestos por el expresidente Joe Biden. “Afortunadamente, la embajadora propuesta por Donald Trump (Leah Campos) sí fue designada”, indicó.
La designación fue calificada por República Dominicana como un gran avance que fortalece las relaciones entre el país y la potencia norteamericana.
Sobre el particular, el politólogo Belarmino Ramírez considera que República Dominicana, por su posición estratégica geográfica, genera un interés especial para Estados Unidos y China. Entiende que el Gobierno dominicano ha actuado correctamente al colocarse del lado estadounidense y reafirmar su compromiso con la nación que es el principal socio comercial “y que alberga a millones de dominicanos que juegan un rol de primer orden en el desarrollo de la economía doméstica”.
“La acreditación de una embajadora de Estados Unidos en República Dominicana, puesto que estaba vacante desde hace varios años, se debe a que la administración Donald Trump entiende la importancia que tiene para ellos República Dominicana en medio de la lucha que libra con China por la influencia en la economía”, considera el experto.
Suspensión de la Cumbre de Las Américas
Otro hecho relevante de este año en materia diplomática fue la posposición para el año 2026 (y sin fecha específica) de la celebración de la Décima Cumbre de las Américas.
República Dominicana asumió el liderazgo de la Cumbre en 2022, sugerido por Estados Unidos. Tres años después, el Gobierno dominicano dijo que no se había previsto el escenario actual, que dificulta el diálogo en las Américas.
El Mirex dijo que consultó con los representantes de las principales instituciones internacionales involucradas en la organización de la Cumbre, como el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Todos los recursos invertidos hasta la fecha servirán para el próximo año, incluyendo las reuniones hemisféricas programadas en territorio dominicano.
A juicio de Manolo Pichardo, secretario de Asuntos Internacionales de la Fuerza del Pueblo, el “fracaso en la Cumbre” se debió a la creciente y profunda situación de desencuentro entre algunos países latinoamericanos clave y Estados Unidos.
Dijo que la decisión de Washington de excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela del evento provocó una reacción de solidaridad diplomática de otras naciones influyentes como México y Colombia, países que históricamente arrastran sus propios desencuentros con el liderazgo estadounidense de esa convocatoria política.
“Es crucial resaltar que, en este contexto, nuestro país fungió principalmente como un simple facilitador y anfitrión, quedando atrapado en dinámicas ajenas. El fracaso del evento, debido a los desencuentros señalados, no es responsabilidad directa de la República Dominicana; sin embargo, lo que queda en el ambiente político es una percepción de falta de liderazgo regional por parte del presidente Abinader”, señaló Pichardo.
Otros no opinan lo mismo y dicen que la suspensión es correcta, porque la batalla que libra la gestión Trump en contra de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua no deja espacio para la neutralidad.
“No hay condiciones para la Cumbre de Las Américas, sin importar el lugar que escojan para su celebración”, afirma Ramírez, al defender la decisión diplomática.
En junio de 2025, el país había presentado, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, ante 70 organizaciones de la sociedad civil y actores sociales nacionales y más de 230 organizaciones de todo el hemisferio, conectados de forma virtual, el tema de la X Cumbre de las Américas, que estaba pautada del 1 al 5 de diciembre del mismo año: “La seguridad humana en sus diversas dimensiones: seguridad ciudadana, seguridad alimentaria, seguridad energética y seguridad hídrica”.
En ese sentido, el Gobierno espera aprovechar los desafíos actuales como oportunidades para fortalecer sus relaciones con las principales potencias globales. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.








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