La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) comunicó este lunes que, desde el 1 de febrero, los pasajeros mayores de 18 años que viajen internamente en EE. UU. sin un REAL ID o pasaporte deberán abonar un coste de 45 dólares para confirmar su identidad a través del sistema alternativo Confirm.ID.
El REAL ID, que es una licencia de conducir o documento de identidad ajustado a normativas federales de seguridad, se volverá indispensable a partir de mayo de 2025. Hasta el momento, aquellos sin este permiso podían superar los filtros con trámites extra y una advertencia. El Departamento de Seguridad Nacional afirma que el 94% de los viajeros ya cumplen con la regla, y el nuevo cargo busca fomentar la tramitación del documento.
La comprobación, que no asegura la admisión del viajero, tendrá una vigencia de 10 días. Agentes de la TSA señalaron que si la identidad no se puede validar, el acceso al control de seguridad podría ser denegado. El pago se puede efectuar en línea antes de la llegada al aeropuerto o en la terminal misma, si bien el trámite podría extenderse hasta media hora.
El ciudadano dominicano que vive en EE. UU., Víctor Peralta, contó que recientemente tuvo que desembolsar los 45 dólares para conseguir un permiso de viaje temporal. “Creí que mi licencia de conducir era suficiente, pero me solicitaron el abono”, detalló.
El REAL ID, que se distingue en muchas jurisdicciones por una estrella blanca dentro de un círculo amarillo, requiere más documentación que las identificaciones comunes. Su puesta en marcha, originalmente planeada para 2008, ha sido pospuesta en múltiples ocasiones.
Junto al REAL ID y el pasaporte, la TSA admite otros medios de acreditación como credenciales militares, tarjetas de residente permanente, identificaciones tribales avaladas por el Gobierno federal y versiones digitales en aplicaciones como Apple Wallet, Google Wallet y Samsung Wallet, disponibles en más de 250 aeropuertos nacionales.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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