Ciudad del Vaticano.- El año 2025 marcó la transición del pontificado carismático y exuberante del argentino Francisco, fallecido el 21 de abril, al más prudente y metódico de León XIV, elegido el 8 de mayo, cuyo estilo de liderazgo al frente de la Iglesia Católica aún es un misterio, aunque se presume que no habrá grandes cambios.
Robert Francis Prevost, de 70 años, es el primer papa estadounidense, el primer pontífice misionero con más de 20 años en Perú, y el primer agustiniano en portar el Anillo del Pescador.
El fin del largo y carismático pontificado de Francisco, con su gran impacto mediático, generó altas expectativas para el inicio del papado de León XIV, pero él ha demostrado que se tomará su tiempo.
Han transcurrido 8 meses desde su elección y, salvo algunos pequeños nombramientos en la Curia, no se han producido grandes cambios o decisiones. Aunque ha sorprendido su accesibilidad con los medios, atendiendo a la prensa cada vez que termina su pausa semanal en la residencia de Castel Gandolfo, tampoco ha dado titulares importantes y sus declaraciones han sido mesuradas.
Un estilo menos cálido y más reflexivo
El cambio más evidente es que León XIV no posee la espontaneidad de Francisco, capaz de improvisar discursos, contar anécdotas de su vida, llamar inesperadamente a alguien que lo necesitaba o saltarse el protocolo para acariciar a los enfermos: el estilo de Prevost es menos cálido y expansivo, pero más reflexivo.
Sin salirse jamás del guion de sus discursos, el pontífice de Chicago gana, sin embargo, en las distancias cortas, especialmente cuando habla en español, momento en el que puede bromear y mostrar cercanía.
En estos meses también ha cambiado el lenguaje: con Francisco, la Santa Sede denunciaba continuamente las injusticias globales, defendía a los migrantes y criticaba abiertamente el sistema económico dominante. Por su parte, León XIV, aunque ha demostrado compartir esta sensibilidad, prefiere una mediación discreta, sin exponerse demasiado.
Existe cierta continuidad con Francisco, a quien León XIV cita constantemente, perceptible en pequeños gestos. Firmó la exhortación apostólica ‘Dilexi te’ (“Te he amado”) sobre el amor a los pobres, un documento que el papa argentino había preparado en los últimos meses de su vida y que él completó.
Pero también ha habido señales de diferenciación, como la recuperación de algunos tradicionales indumentos papales, como la muceta (esclavina) roja que Francisco se negó a usar, o el regreso a la residencia de Castel Gandolfo, a media hora de Roma, para descansar los martes, donde aprovecha para nadar, jugar al tenis o montar a caballo.
Gestos hacia el ala más conservadora y tradicionalista de la Iglesia Católica
Lo que parece tener claro el matemático y canonista León XIV, como confesó en el libro biográfico de la periodista estadounidense Ellise Allen, es que intentará “no seguir polarizando ni promoviendo la polarización en la Iglesia”.
El pontificado innovador de Francisco irritó al ala más conservadora y tradicionalista de la Iglesia Católica, que por ahora parece aplaudir la discreción del estadounidense.
Su negativa al diaconado femenino y su aclaración de que la apertura a todos en la Iglesia, incluidos los homosexuales, es “no por tener una identidad específica”, sino porque “son hijos o hijas de Dios”, parece haber apaciguado también a los tradicionalistas.
La concesión de la Basílica de San Pedro para que el cardenal ultraconservador Raymond Leo Burke celebrara una misa en latín con el rito tridentino —el anterior al Concilio Vaticano II— y que Francisco había negado, también ha sido un gesto para evitar mayores polarizaciones.
Para los vaticanistas, el pontificado del papa Prevost comenzará realmente el próximo 6 de enero, cuando se cierre la Puerta Santa, se concluya el Jubileo y entonces pueda iniciar cambios también dentro de la Curia, comenzando por el actual secretario de Estado, Pietro Parolin: todos los papas han elegido a su “número dos”.
Justo los días siguientes, el 7 y 8 de enero, se espera la celebración de un inédito consistorio de cardenales que probablemente revele las líneas maestras de su pontificado.
También se aguarda confirmación sobre sus primeros viajes internacionales, dado que el realizado a Turquía y Líbano entre el 27 de noviembre y el 2 de diciembre pasados fue una “herencia” de Francisco. En este sentido, León XIV ya ha manifestado su interés por viajar a América Latina, África e incluso España. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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