Anita Pérez (nombre ficticio) comienza cada jornada con la misma rutina: su progenitora le acomoda la silla de ruedas mientras ella observa a otros infantes moverse sin impedimentos hacia sus centros educativos.
Para Pérez, salir de casa implica sortear aceras deterioradas, carencia de rampas y entradas muy angostas. A sus ocho años, ya comprende que el entorno no está siempre adaptado para pequeñas como ella. Su vivencia refleja la realidad de cientos de menores con alguna limitación que residen en República Dominicana, un país donde los obstáculos físicos y sociales aún definen sus oportunidades.
En conmemoración del 3 de diciembre, Jornada Mundial de las Personas con Discapacidad, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) enfatiza los descubrimientos del informe Situación de los Derechos de la Niñez y Adolescencia en República Dominicana, los cuales exponen debilidades estructurales que restringen el progreso cabal de esta población.
Conforme al estudio, fundamentado en los resultados de la ENHOGAR MICS 2019, el 10.1% de los chicos y chicas entre 2 y 17 años reportan dificultades en al menos un área funcional, proporción que asciende al 11.3% en el rango de 5 a 17 años. Pese a esta considerable cifra, la nación carece de un catastro nacional que identifique a cuántos individuos de este sector tienen alguna discapacidad ni la índole de sus requerimientos, lo cual obstaculiza la planificación de políticas públicas integradoras.
“Los números indican que miles de infantes continúan enfrentando obstáculos que frenan su desarrollo. Para modificar este panorama, es fundamental disponer de información fidedigna que guíe decisiones gubernamentales más eficaces. Desde UNICEF, reiteramos nuestra dedicación a fomentar acciones que aseguren la inclusión total y el respeto a sus prerrogativas”, manifestó Anyoli Sanabria, representante provisional de UNICEF en República Dominicana.
La exclusión escolar es una de las problemáticas más apremiantes. El reporte señala que el 23% de la infancia con discapacidad no asiste a la escuela, además de que la cantidad de estudiantes con discapacidad que reciben atención del sistema educativo disminuyó de 26,581 en 2016 a 6,163 en 2019, lo que representa una reducción superior al 75%. Estas cifras confirman que este grupo se mantiene entre los más marginados del sistema escolar.
En lo referente a los servicios especializados, los Centros de Atención Integral para la Discapacidad (CAID) registraron entre mayo y junio de 2019 un total de 2,957 terapias, 633 sesiones grupales, 881 consultas médicas y 680 beneficiarios directos. Si bien constituyen un soporte vital, la cobertura sigue siendo insuficiente ante la magnitud de la necesidad a nivel nacional.
El documento también pone de relieve vulnerabilidades adicionales: percances para acceder a prestaciones fundamentales, mayor riesgo durante emergencias, carga de cuidados especialmente sobre las mujeres y mayor exposición a situaciones de abuso o aislamiento.
Como parte del empeño de la mencionada agencia internacional por potenciar el uso de evidencias en políticas estatales, continúan promoviendo su campaña “Los Datos Cuentan”, la cual subraya la importancia de información precisa para idear intervenciones eficientes que mejoren la vida de los niños.
Asimismo, resaltan que ya está en marcha la ENHOGAR MICS 2025, que permitirá actualizar métricas, profundizar en las carencias actuales e incorporar datos clave para reforzar la agenda de integración de la niñez con discapacidad en el país.
“En esta Jornada Internacional de las Personas con Discapacidad, UNICEF reitera el llamado a dar prioridad a la inclusión, expandir servicios y asegurar que ningún menor se quede atrás. Las conclusiones del estudio refuerzan la urgencia de avanzar hacia políticas públicas basadas en datos, sensibles y perdurables que garanticen sus derechos”, sentenció Sanabria.
UNICEF, mediante su Directriz y Estrategia de Inclusión de la Discapacidad (DIPAS), visualiza entornos integradores y sin obstáculos donde todos los niños puedan desarrollarse. En 2024, la organización con sede global asistió a gobiernos y colaboradores para alcanzar a 5.2 millones de infantes con discapacidad a través de programas nacionales y acciones humanitarias en más de 140 naciones.
“Aunque hemos duplicado nuestra capacidad de alcance en los últimos cinco años, solo estamos llegando a una pequeña parte de los niños con discapacidad que requieren apoyo. Juntos —con los gobiernos, el sector privado, las asociaciones de personas con discapacidad, y con los propios niños, jóvenes con discapacidad y quienes les cuidan— podemos y debemos esforzarnos más para asegurar que ningún niño quede rezagado”, concluyó la portavoz.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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