CIUDAD DE MÉXICO.- En días recientes, un listado conocido como la “Lista negra de las chicas” se esparció profusamente en plataformas como TikTok y X, donde miles de individuos compartieron detalles personales de sus antiguas parejas bajo el pretexto de evidenciar supuestas infidelidades.
Los datos provienen de anotaciones hechas por usuarias en redes sociales, quienes describieron esta tendencia y advirtieron sobre sus implicaciones legales.
Lo que empezó como un compendio creado en Perú para denunciar actos considerados faltas éticas se expandió y traspasó fronteras.
A continuación, se detalla su origen, el motivo de su rápida propagación, qué lo hizo problemático y cuáles son los riesgos legales asociados a la participación en tales listados.
De acuerdo con Heraldo de México, la “Lista negra de las chicas” surgió como una hoja de cálculo elaborada por usuarias peruanas. En ella se consignaban perfiles de varones que, supuestamente, habían sido infieles. El fichero contenía aspectos como:
Al circular en TikTok y X, el archivo se engrosó velozmente. Miles de internautas empezaron a añadir nombres e información de sus ex parejas, transformando pronto el documento en un escarnio digital de resonancia internacional.
Su popularidad motivó a mujeres de otros países —entre ellos México— a emular la práctica y generar sus propios registros locales para “señalar” conductas amorosas estimadas como inadecuadas.
El documento que dio pie a este acontecimiento fue retirado debido a la inclusión de datos personales sensibles, tales como nombres completos, ubicaciones, profesiones, imágenes y conversaciones privadas.
La retirada del fichero se fundamentó en la normativa peruana. Conforme a la Ley Nro. 29733 de Protección de Datos Personales, está vedado recopilar o divulgar información particular sin el consentimiento del aludido. Dicha legislación estipula que compartir detalles confidenciales sin permiso puede acarrear multas equivalentes hasta a 100 Unidades Impositivas Tributarias (UIT).
En Perú, esta ley aplica incluso si la difusión se justifica con el fin de prevenir peligros o intercambiar experiencias, lo cual imposibilitó la permanencia del listado.
La costumbre de exponer acusaciones en ámbitos visibles no es novedosa. En México, durante diversas movilizaciones feministas, colectivos han utilizado tendederos para hacer visibles a supuestos agresores o actos de violencia. Como señalan activistas, estas herramientas han buscado generar alertas comunitarias ante escenarios donde las víctimas sienten que las autoridades no las escuchan.
Lo distintivo ahora es que este formato ha migrado a lo digital, donde la difusión masiva y la reproducción de contenido ocurren sin filtros, sin verificación de datos y sin permiso. De ahí que la “Lista negra de las chicas” haya provocado una discusión sobre sus alcances y límites.
La normativa mexicana también penaliza la divulgación no autorizada de datos personales. El artículo 210 de la Ley Federal de Protección de Datos Personales indica que aquellos que revelen “algún secreto” o una comunicación confidencial derivada de su empleo, cargo o posición pueden enfrentar de 30 a 200 jornadas de trabajo comunitario.
Adicionalmente, otros cuerpos legales podrían ser aplicables según la índole de la información publicada, como:
El subir información de terceros puede acarrear responsabilidades civiles o penales, incluso si se realiza con un propósito preventivo o personal.
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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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