Durante los últimos 15 años, los gobiernos han emitido bonos para cubrir el déficit presupuestario, por lo que la emisión de bonos por más de RD$401 mil millones no es una práctica nueva, explicó ayer el economista Nelson Suárez.
Sin embargo, señaló que lo que realmente debe abordarse son las causas del déficit, que se explican en casi un 70% por los déficits del sector eléctrico, del Banco Central y de otros entes públicos como el Servicio Nacional de Salud (Senasa), las entidades descentralizadas, las empresas públicas no eléctricas y la corrupción.
El economista precisó que, si se continúa por la misma vía de emitir bonos para cubrir el déficit, solo se seguirá aumentando la deuda pública y el servicio de la deuda, que ha consumido alrededor de US$34,887.9 millones en los últimos cinco años, de 2020 a 2024.
Indicó que hasta octubre de este año, el servicio de la deuda ha consumido aproximadamente US$8,031.5 millones.
“El Proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado 2026, sometido por el Gobierno al Congreso el pasado 26 de septiembre, contempla un monto de RD$401,767.8 millones de endeudamiento bruto, equivalentes a US$6,133.9 millones. La amortización de deuda y otras aplicaciones financieras en el presupuesto suman unos RD$121,192.6 millones, igual a US$1,850.3 millones, que al restarse del endeudamiento bruto arrojan un endeudamiento neto para el próximo año de US$4,283.6 millones, que corresponde al déficit presupuestario en pesos de RD$280,575.3 millones. Esto es lo que se ha venido haciendo en los últimos 15 años para cubrir el déficit”, detalló.
Explicó que las finanzas públicas registran desde 2008 un déficit estructural del 3 % del PIB.
Al referirse a las recaudaciones necesarias para la República Dominicana, Suárez comentó que, aunque generalmente los gobiernos descartan la posibilidad de aumentar las recaudaciones y racionalizar el gasto por vías administrativas, él considera que existe un amplio espacio fiscal que podría obtenerse enfrentando con determinación la evasión, controlando los gastos y las fugas, como en el caso de Senasa. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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