Una gestación anómala es la que ocurre en un embarazo ectópico, donde el embrión se localiza fuera de la matriz, comúnmente en las trompas uterinas, lo cual provoca serios problemas y una alta probabilidad de pérdida del embarazo.
En el caso de Valeria Vela, una joven de 19 años, se trató de un embarazo ectópico abdominal que no se detectó sino hasta el momento del alumbramiento, por medio de una cesárea, en el Hospital Carlos Lanfranco La Hoz, ubicado en el concurrido distrito limeño de Puente Piedra, al norte de la capital de Perú.
“Lo singular de este caso a nivel mundial es que la bebé alcanzó las 40 semanas de gestación, mientras que tres instancias previas reportaron un embarazo ectópico con bebé vivo en la cavidad abdominal hasta las 36 semanas”, indicó el Ministerio en un comunicado oficial.
El óvulo fertilizado se adhirió al hígado, y el feto se nutrió a través de los vasos sanguíneos de dicho órgano.
“Cuando llegué al centro médico de Puente Piedra, aparentemente todo estaba bien”, relató Vela sosteniendo a su hija Aylin Yasemin. “Ya en el paritorio no recuerdo mucho, solo oí a mi bebé llorar, creo que en ese instante me desvanecí”, comentó.
Aunque estas complicaciones suelen identificarse en fases tempranas, la muchacha, beneficiaria del Seguro Integral de Salud (SIS) de Perú, el sistema de seguridad social universal administrado por el Ministerio de Salud, no recibió ninguna señal o indicio de irregularidades en ninguno de los chequeos prenatales, hechos en consultas privadas.
Después de la cesárea, la flamante madre de su segunda niña, que pesó 3 kilos y 600 gramos, no dejaba de sangrar, por lo que fue trasladada en ambulancia al Hospital Nacional Cayetano Heredia para una cirugía de alta complejidad que garantizara su vida y la de la recién nacida.
Desde aquel 20 de noviembre, cuando le explicaron que se trataba de “un embarazo muy inusual”, la progenitora de Valeria, Janeth Vergara, compartió cómo se mantuvo al lado de su hija en el hospital mientras esta permanecía en estado crítico, y no fue sino hasta este miércoles que conoció a su nieta.
Ya estable, en compañía de su compañero y su familia, Valeria expresó sentirse “muy agradecida”. “Me siento estupendamente, estoy muy feliz, sobre todo, de seguir con vida”, manifestó con una sonrisa, agradeciendo por la salud y la vida de su nueva hija.
“El 97 por ciento de las gestaciones fuera del útero se desarrollan en la trompa de Falopio” y el resto en la zona abdominal, desglosó en la presentación el director general del HNCH, Manuel Alberto Díaz De Los Santos, al referirse a lo particular del suceso.
“Más del 90% de estas situaciones terminan en aborto, pero en el caso de Valeria y con la gracia de Dios, tenemos aquí a Aylin”, concluyó con evidente alegría.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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