Fuente: Cubanet
MIAMI, Estados Unidos. – El 28 de diciembre, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) anunció una “transformación histórica” en el servicio de internet móvil en la Isla: tarifas comparables con las de América Latina, conexión estable durante todo el día y una novedad largamente esperada por los usuarios: la ausencia de cortes en el acceso a internet, incluso en situaciones complejas como protestas, tensiones sociales o eventos imprevistos dentro del país.
Sin embargo, la empresa no especificó qué modificaciones se realizaron en la infraestructura, en el sistema eléctrico o en la política de gestión de la red.
En 2025, ETECSA implementó ajustes en la comercialización del servicio móvil que limitaron las recargas nacionales al saldo principal “hasta alcanzar un monto total de 360 CUP en un período de 30 días”, según informó la propia compañía al anunciar estas medidas que comenzaron a regir el 30 de mayo. Esta decisión generó un amplio descontento social y reactivó el debate sobre el costo real del acceso a internet en un contexto marcado por la inflación, la dolarización parcial de servicios y la disminución del poder adquisitivo.
Este malestar trascendió las fronteras cubanas. En junio, la agencia Reuters recogió las críticas hacia el aumento de tarifas y los ajustes posteriores anunciados por el Gobierno, incluyendo planes especiales para estudiantes, tras una oleada de reacciones negativas que cuestionaban la equidad del esquema tarifario. Semanas antes, ese mismo medio había reportado interrupciones masivas del servicio celular relacionadas con la crisis energética que afecta al país.
ETECSA y las autoridades del sector han reconocido públicamente que los apagones eléctricos inciden directamente en las telecomunicaciones. En una intervención difundida por Radio Rebelde a finales de mayo, se admitió la magnitud del problema: “Tenemos, por ejemplo, más de 24.000 interrupciones hoy de servicios interrumpidos en el país, de líneas fijas interrumpidas”.
La dependencia del respaldo energético y la limitada autonomía de los equipos provocan que, cuando un apagón se extiende, la conectividad desaparezca.
En diciembre, nuevas afectaciones al servicio fueron nuevamente atribuidas a la inestabilidad del sistema eléctrico, según reportes periodísticos que recogieron explicaciones de ETECSA sobre límites técnicos y fallas acumuladas en ciertas zonas. La promesa ilusoria de un internet inmune a los cortes ignora deliberadamente esta realidad estructural.
Además, en su comunicado ETECSA aseguró que no habrá “apagones de internet” ni siquiera durante protestas o tensiones sociales. La experiencia reciente de los cubanos, documentada por medios internacionales y organizaciones defensoras de derechos digitales en diversos momentos, ha evidenciado que el acceso a la red puede verse restringido en contextos políticamente sensibles.
Hasta ahora, en Cuba el problema con el internet no solo era su costo, sino también su velocidad y las condiciones de censura para su uso.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.










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