Washington. — Estados Unidos confiscó ayer lo que el presidente Donald Trump calificó como “el más grande” petrolero frente a las costas de Venezuela, en una nueva escalada de su presión contra el país sudamericano.
“Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, un gran petrolero, muy grande, el más grande jamás incautado, de hecho”, declaró Trump a los periodistas.
“Y están pasando otras cosas, lo verán más adelante”, añadió al inicio de una mesa redonda con empresarios y altos funcionarios. “Asumo que nos quedaremos con el petróleo”, agregó más tarde.
Aunque no explicó las razones de la incautación, la fiscal general Pam Bondi detalló que el petrolero era utilizado para “transportar petróleo sancionado procedente de Venezuela e Irán”. Explicó que “por años, el petrolero ha estado sancionado por Estados Unidos debido a su participación en una red ilícita de transporte de petróleo que apoya a organizaciones terroristas extranjeras”.
Según CBS News, el petrolero confiscado es el Skipper, sancionado por el Departamento del Tesoro en 2022 por sus presuntos vínculos con la Guardia Revolucionaria iraní y la milicia chiita Hezbolá, aunque entonces el buque se llamaba Adisa.
Fuentes militares aseguraron al medio estadounidense que el gobierno de Trump está considerando realizar más misiones similares.
El gobierno venezolano calificó la confiscación como un “robo descarado” y advirtió que acudirá a instancias internacionales para denunciar lo que llamó “grave crimen internacional”.
La medida representa una escalada en la tensión con Venezuela y se produce días después de que Trump advirtiera que los días del presidente Nicolás Maduro —a quien Estados Unidos no reconoce— “están contados”. Además, supone un duro golpe para Venezuela, cuyo principal recurso es el petróleo, actualmente sometido a un embargo.
En Caracas, el presidente Nicolás Maduro instó a los venezolanos a estar preparados para “partirle los dientes” a Estados Unidos.
“Las mismas manos productivas que tenemos son las manos que agarran los fusiles, los tanques, los misiles para defender esta tierra sagrada de cualquier imperio invasor, de cualquier imperio agresor”, afirmó el mandatario durante una marcha por el 166 aniversario de la Batalla de Santa Inés, en Caracas.
Maduro señaló que en estos tiempos hay que estar como “guerreros”: trabajando, produciendo, construyendo, con el país en funcionamiento y “preparados para partirles los dientes al imperio norteamericano, si hiciera falta”.
El mandatario venezolano exigió al gobierno de Trump el “cese al intervencionismo ilegal y brutal del gobierno de Estados Unidos en Venezuela y en América Latina”.
“Que se dediquen a gobernar su país”, exclamó Maduro ante la multitud.
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, hizo un llamado a la unión entre su país, Colombia, Brasil y México, tras criticar la estrategia de seguridad nacional presentada por el gobierno de Trump.
“Llamamos a los pueblos de nuestra América Latina y el Caribe a unirse en uno solo. Esta estrategia de seguridad nacional es contra toda nuestra región, no solo contra Venezuela. Yo le digo a nuestros hermanos de Colombia: estamos listos en Venezuela para la unión de nuestros pueblos (…). Estamos listos, presidente [Gustavo] Petro, para unirnos; estamos listos, presidente [Luiz Inácio] Lula, para unirnos; presidenta Claudia [Sheinbaum], para unirnos”, manifestó la funcionaria.
Trump también lanzó una amenaza al presidente colombiano, Gustavo Petro. “Mejor que se espabile, o será el siguiente. Espero que esté escuchando”, dijo el mandatario estadounidense, tras acusar que “Colombia está produciendo un montón de drogas. Tienen fábricas donde producen la cocaína”. Agencias Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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