Fuente: Confirmado.net
WASHINGTON – La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que los agentes federales de inmigración en Estados Unidos suelen actuar ahora con el rostro cubierto y sin mostrar identificaciones visibles, lo que incrementa la naturaleza abusiva y la falta de rendición de cuentas en la masiva campaña de deportaciones del gobierno actual.
En la imagen, presuntos funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) esperan fuera de una sala de audiencias en un tribunal migratorio en Seattle, ciudad del noroeste del país. Con frecuencia, estos agentes aparecen enmascarados, vestidos de civil y sin credenciales a la vista. Según HRW, esta forma de operar facilita abusos y dificulta exigir responsabilidades. Imagen: Gustavo Sagrero / Kuow
Un informe elaborado por esta organización de derechos humanos señala que “la naturaleza indeterminada y generalizada de estas prácticas es esencialmente incompatible con las obligaciones que tiene Estados Unidos para garantizar investigaciones sobre abusos perpetrados por las fuerzas del orden y asegurar rendición de cuentas”.
Belkis Wille, directora asociada para crisis y conflictos en HRW, afirmó que “el ocultamiento debería ser una excepción, no una norma. Los agentes encargados de hacer cumplir la ley deben poder ser identificados para responder por sus acciones”.
“Esta situación resulta aún más preocupante ante la multiplicidad de abusos registrados durante arrestos por motivos migratorios en meses recientes”, añadió.
Desde que Donald Trump retomó la presidencia en enero de 2025, HRW expuso que “su administración ha desplegado a nivel nacional una campaña abusiva de redadas y detenciones migratorias, principalmente dirigidas contra personas de color”.
El reporte puntualizó que muchas redadas se llevan a cabo deliberadamente en sitios donde viven, trabajan, compran o comen miembros de la comunidad latina.
Destacó además que los agentes han arrestado a personas dentro de tribunales y durante citas regulares con autoridades migratorias, así como en lugares religiosos, escuelas y otros espacios sensibles.
Numerosos operativos han estado caracterizados por el uso repentino e injustificado de la fuerza sin provocación previa, generando un ambiente de temor en varias comunidades inmigrantes.
Estos procedimientos frecuentemente involucran a agentes del ICE que utilizan máscaras y, en algunos casos, visten ropa civil.
Es habitual que ocultan las insignias oficiales y emplean vehículos sin distintivos al detener personas tanto en automóviles como dentro de juzgados, escuelas, centros laborales, hogares, calles y transporte público.
En su página web, el ICE justifica esta práctica generalizada indicando que busca “evitar ser identificados”.
HRW respondió que “este tipo de justificación amplia e indiscriminada para esconder la identidad del personal no cumple con las obligaciones de derechos humanos de Estados Unidos, salvo cuando sea estrictamente necesario y proporcional para atender riesgos específicos a la seguridad”.
Cuando estas medidas se implementan como estrategia generalizada y automática, constituyen “un impedimento para la rendición de cuentas incompatible con las obligaciones estadounidenses en materia de derechos humanos”, agregó.
La organización señaló también que el anonimato reduce la capacidad disuasoria, fomenta impunidad y frena el ejercicio pleno de derechos.
Según el Proyecto de Datos sobre Deportaciones de la Universidad de California, durante los primeros nueve meses del gobierno Trump casi 220 000 personas fueron detenidas por agentes del ICE.
Aunque presidente y funcionarios sostienen que estas detenciones se dirigen principalmente a asesinos, violadores y pandilleros, investigadores universitarios hallaron que más de un tercio —casi 75 000 individuos— carecían de antecedentes penales.
HRW entrevistó a 18 personas detenidas o testigos de arrestos realizados por agentes no identificables en cinco ciudades estadounidenses desde el 20 de enero. Todos describieron experiencias aterradoras en las que sintieron impotencia ante posibles abusos cuando los agentes no mostraban identificación.
La organización también revisó decenas de videos publicados en redes sociales donde se observan interceptaciones y arrestos efectuados por agentes encubiertos o enmascarados.
Muchos analistas han señalado que el miedo generado por estas tácticas parece intencional, destacó HRW.
Además, HRW informa que medios han reportado casos recientes donde individuos haciéndose pasar por agentes federales secuestran, agreden sexualmente y extorsionan víctimas aprovechando el temor suscitado por las medidas migratorias.
Esto evidencia cómo “se pueden difuminar las fronteras entre delincuentes y fuerzas del orden cuando los propios agentes federales no son identificables”, señaló HRW.
La organización pidió al Congreso investigar la brutalidad presente en las labores migratorias actuales, incluyendo los efectos específicos generados por agentes sin identificación realizando arrestos e interceptaciones.
“Permitir que agentes encubiertos y sin identificación circulen libremente por comunidades y detengan personas sin identificarse mina la confianza en el Estado de derecho, crea un vacío propicio para abusos y exacerba la violencia innecesaria junto con la brutalidad en los arrestos”, concluyó Wille.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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