Más allá de la cena que esta noche compartirá con los suyos, Gladys recibió un regalo que marca un antes y un después en su vida: la aprobación de una pensión que llevaba décadas esperando.
El deseo más sencillo y, a la vez, más profundo de Gladys Corniel Gómez se hizo realidad. Tras el reportaje publicado este martes por Listín Diario, en el que la mujer de 76 años solicitaba la ayuda de algún buen “samaritano” para poder celebrar su cena de Nochebuena, la solidaridad tocó a su puerta y transformó su historia.
Más allá de la cena que esta noche compartirá con los suyos, Gladys recibió un regalo que marca un antes y un después en su vida: la aprobación de una pensión que llevaba décadas esperando.
La información fue confirmada a este reportero mediante una llamada del Departamento de Relaciones Públicas de la Superintendencia de Pensiones (SIPEN), desde donde explicaron que el beneficio estaba aprobado, pero no habían logrado localizarla hasta ahora.
La señora Corniel Gómez ha vivido durante años en la pobreza, el abandono y la incertidumbre. Una realidad silenciosa, marcada por la espera interminable de una pensión que parecía no llegar nunca.
Sin embargo, la publicación del reportaje permitió no solo localizarla, sino también devolverle la esperanza para que pase sus años con un ingreso seguro.
A la bendición institucional se sumó una ola de solidaridad humana. Personas e instituciones reaccionaron de inmediato al conocer la situación de esta mujer con visión limitada, cuya vida —como ella misma contó— nunca le sonrió, no porque otros fueran ricos, sino porque al menos lograban cubrir lo básico para subsistir.
Cuando este reportero regresó a su humilde vivienda del sector Palmarito, en la mañana del martes 23 de diciembre, víspera de Nochebuena, para darle la noticia, Gladys no necesitó palabras. Sus gestos, su silencio y sus manos levantadas al cielo hablaron por ella.
Tras unos segundos, con la voz entrecortada, solo alcanzó a exclamar: “¡Dios me escuchó!”
Uno de los primeros en contactar a este medio fue el senador por la provincia San Juan, Félix Bautista, quien solicitó la ubicación exacta de la residencia de Gladys para visitarla personalmente.
El legislador se comprometió a hacer realidad el sueño de la mujer: sentarse esta noche a la mesa con su cena de Nochebuena.
Bautista informó que acompañará a Gladys a un supermercado para adquirir los productos esenciales de la tradicional cena, permitiéndole compartir, como tantas familias dominicanas, el pan y la esperanza en esta fecha especial.
La directora médica del Hospital Regional Docente Universitario Jaime Mota, Graciela Lafontaine, también anunció que este miércoles visitará a Gladys para llevarle artículos de apoyo y, además, gestionar medicamentos para uno de sus hijos que padece una condición de salud.
“Para otra gente la Navidad está buena, pero para mí no”, había dicho Gladys días atrás, sentada en su casa del sector Palmarito, con la voz cargada de resignación.
Hoy, esa frase quedó atrás. El pesimismo dio paso a la fe y la espera al agradecimiento. Esta noche, en la casa de Gladys Corniel Gómez, sí habrá cena de Nochebuena, habrá compañía y habrá esperanza. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.










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