Los Ángeles, 3 de diciembre (LaOpinión).- Un día después de que el Presidente Donald Trump dispuso el envío de personal de la Guardia Nacional a Luisiana, arrancaron las acciones enfocadas en capturar a inmigrantes sin documentos.
Con la justificación de “capturar a foráneos delincuentes que andan sueltos merced a las políticas de refugio que obligan a las autoridades locales a desatender los requerimientos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU.”, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) busca efectuar múltiples redadas en urbes conocidas por albergar una gran cantidad de migrantes.
Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS, manifestó que, a pesar de haber sido aprehendidos por allanamiento de morada, asalto a mano armada, robo de vehículos y agresión sexual, varios inmigrantes han sido puestos en libertad por las autoridades locales, quienes además rehúyen acatar las órdenes de retención del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Por consiguiente, a partir de ahora se actuará con mayor rigor al efectuar las detenciones de extranjeros indocumentados considerados peligrosos para el resto de la población.
“Es un disparate que estos individuos nefastos anden sueltos en las calles de Nueva Orleans cometiendo más fechorías”, exclamó McLaughlin.
Se prevé que en la intervención denominada “Catahoula Crunch” participen 250 efectivos del DHS bajo el mando de Gregory Bovino, un alto directivo de la Patrulla Fronteriza.
“Localizamos y apresamos a inmigrantes indocumentados, logrando que estos lugares sean más seguros para los ciudadanos que allí residen”, comentó hace poco en la red social X, antes Twitter.
Por su parte, la sede de la Oficina Federal de Investigación (FBI) en Nueva Orleans emitió un comunicado anunciando su colaboración en los operativos de detención de inmigrantes.
“Mientras el Departamento de Seguridad Nacional inicia el fortalecimiento de la aplicación de las normas migratorias en el área metropolitana de Nueva Orleans, la Oficina de Campo del FBI en Nueva Orleans y la Policía Estatal de Luisiana informan de un esfuerzo combinado para prevenir ataques a funcionarios federales e intentos de obstaculizar las labores de cumplimiento de la ley”, se leía en una parte del aviso.
Según datos proporcionados por la Oficina del Censo, cerca del 6.5 por ciento de la población total en Nueva Orleans está compuesta por inmigrantes, incluidos los ciudadanos estadounidenses nacionalizados.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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