En el expediente de solicitud de medida de coerción a los implicados en este caso, se indica que su programa fue incorporado a través del programa “Senasa Cuida de Ti”, mediante el cual se ofrecían complementos nutricionales para niños de 5 a 15 años y adultos entre 35 y 64 años.
Aunque el Ministerio Público señala que la persona que controlaba la empresa Flavorheart Food Parts S.R.L. es Manuel Enrique Ovalle Tapia, “conocido dentro del movimiento político OLA (Organización Luis Abinader) por su activa participación y aportes económicos al movimiento”, su esposa, Heidi Mariela Pineda Perdomo, está vinculada a esta supuesta red por ser la propietaria registrada de la empresa.
El órgano persecutor sostiene que, a través de esta empresa, Ovalle Tapia adquirió un reloj marca Rolex Daytona, valorado en USD$83,000.00, destinado al imputado Santiago Hazim.
Heidi Mariela Pineda Perdomo admitió la noche del jueves su participación en los hechos que le imputa el Ministerio Público y pasó a colaborar directamente con las autoridades en el caso del Seguro Nacional de Salud (Senasa).
En el expediente de solicitud de medida de coerción a los implicados en este caso, se señala que su programa fue incorporado mediante el programa “Senasa Cuida de Ti”, que ofrecía complementos nutricionales para niños de 5 a 15 años y adultos de 35 a 64 años.
Este programa, llamado “Nutrisalud”, tenía un alcance de 55,741 afiliados del Régimen Subsidiado, con un costo por servicio al afiliado de RD$1,495.00. Posteriormente, se ofrecieron servicios, supuestamente, a un total de 350,545 afiliados de diferentes regímenes.
El Ministerio Público establece que la empresa firmó el contrato con Senasa el 22 de julio de 2021, bajo la modalidad de prestación farmacéutica para servicios de emergencia y atención primaria. Esta empresa no contaba con licencia para servicio de consultoría de primer nivel de atención, además de que recibió del Ministerio de Salud Pública el “Certificado de Registro de Distribuidora” un mes antes de la firma con Senasa.
Según la acusación, este programa no contó con supervisión alguna por parte de Senasa, por lo que la Unidad de Antifraude de la Contraloría General de la República constató entregas de proteínas a personas que no cumplían con el rango de edad establecido en las adendas, desviando así la población objetivo del programa y, en consecuencia, “se distrajeron, sin ningún control, doscientos setenta y dos millones novecientos setenta mil quinientos sesenta y dos pesos con 69/100 (RD$272,970,562.69) de los fondos de SENASA”.
De acuerdo con el expediente, a Flavorheart Food Parts S.R.L. se le pagó un monto aproximado de RD$1,606,924,076.95.
La Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) indicó en sus informes que el producto nutricional suministrado era importado desde Europa, sin evidencia completa de registro sanitario nacional, y que no existen estudios o evaluaciones que midan los resultados e impacto del programa, lo que impide comprobar su efectividad sobre la salud de los afiliados.
Además, se señala la ausencia de indicadores de resultados y trazabilidad clínica; falta de supervisión directa por parte de Senasa durante la ejecución del programa; inexistencia de infraestructura sanitaria adecuada para ofrecer servicios ambulatorios; debilidad documental en los contratos y adendas (algunas sin firma ni sello); y deficiencias en el control y monitoreo de los afiliados atendidos.
A esta empresa, Senasa también le pagó la suma de RD$3,307,577.06 bajo el concepto de “NO DEFINIDO”, lo que sugiere que dichos pagos no estuvieron vinculados a ningún régimen. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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