Impresión 3D y economía circular: nuevos alimentos que reducen el desperdicio y ofrecen una alternativa de nutrición sostenible
Un proyecto liderado por expertos italianos para disminuir el desperdicio alimentario se basa en células vegetales cultivadas en laboratorio y residuos frutales, con el objetivo de desarrollar nuevos snacks saludables. La tecnología 3D aplicada a la nutrición personalizada y sostenible promete revolucionar nuestra alimentación en un mundo afectado por el cambio climático.
Científicos de la agencia pública italiana ENEA han combinado células vegetales cultivadas en laboratorio con subproductos de la producción alimentaria para crear “tintas” comestibles, que pueden ser fabricadas mediante impresoras 3D y transformadas en snacks nutritivos.
El proyecto, denominado NUTRI3D, busca convertir residuos de frutas, como los restos de la elaboración de mermeladas, en ingredientes de alto valor añadido para barras, perlas brillantes y otras formas comestibles. Según un comunicado, esta iniciativa es una colaboración público-privada que incluye al coordinador tecnológico EltHub, al productor orgánico Rigoni di Asiago y al CREA (Centro de Investigación en Alimentación y Nutrición).
El objetivo es desarrollar alimentos sostenibles, personalizables y con alto contenido nutricional, aptos tanto para el consumo cotidiano en la Tierra como para contextos con recursos limitados, como viajes espaciales o futuras colonias humanas en otros planetas. Los investigadores destacan la posibilidad de adaptar textura, sabor y perfil nutritivo según las necesidades individuales.
Snacks sostenibles impresos en 3D
Los prototipos presentados combinan células vegetales con residuos frutales para obtener una masa imprimible que conserva compuestos aromáticos y nutrientes. Con ella, los científicos han elaborado tanto capas para barras como esferas brillantes que concentran sabor, conceptos diseñados para mantener la palatabilidad —la cualidad de un alimento que lo hace agradable y atractivo al paladar— sin desperdiciar materia prima.
Es importante destacar que, a diferencia de la agricultura convencional, el cultivo celular permite producir ingredientes sin necesidad de grandes extensiones de tierra, una ventaja clave en un contexto de cambio climático y presión sobre los recursos agrícolas.
¿Son los alimentos impresos en 3D la nutrición del futuro?
Según informa Reuters, la impresión 3D posibilita la personalización: porciones con densidades nutritivas diseñadas para grupos vulnerables o misiones espaciales, una aplicación que ENEA considera una de las posibles salidas tecnológicas. En ese sentido, una encuesta reveló que alrededor del 59 % de los italianos estarían dispuestos a probar alimentos impresos con estas técnicas.
Diversas empresas y restaurantes ya experimentan con impresiones de alimentos en Italia: algunos establecimientos en Roma ofrecen platos que imitan cortes de carne mediante formulaciones vegetales impresas. Sin embargo, estas iniciativas deben ir acompañadas de investigaciones sobre seguridad, etiquetado y sostenibilidad real del ciclo de vida. De este modo, la impresión 3D de alimentos podría transformar residuos en recursos y cambiar profundamente la dieta del siglo XXI. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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