La Iglesia ha luchado durante décadas para erradicar a los abusadores de sus filas, enfrentando frecuentes acusaciones de encubrimiento que alcanzan incluso sus niveles más altos.
El cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, informó el lunes que para reunir la suma necesaria tomaron “decisiones financieras muy difíciles”, que incluyeron despidos dentro de la arquidiócesis y una reducción del 10% en su presupuesto operativo.
“Como hemos reconocido en reiteradas ocasiones, el abuso sexual de menores causó hace mucho tiempo una gran vergüenza a nuestra Iglesia. Una vez más, pido perdón por el fracaso de quienes traicionaron la confianza depositada en ellos al no garantizar la seguridad de nuestros jóvenes”, expresó Dolan en su mensaje, una carta dirigida a los fieles.
Dolan planea vender importantes activos inmobiliarios, entre ellos la antigua sede de la arquidiócesis en la Primera Avenida de Manhattan, según informó el diario The New York Times.
La arquidiócesis también convocará al juez retirado Daniel Buckley como “mediador neutral” entre la institución y las víctimas para alcanzar un acuerdo, indicó Dolan.
El juez Buckley ha gestionado negociaciones similares entre la arquidiócesis de Los Ángeles y más de 1.000 personas, añadió en la carta.
El New York Times y otros medios señalaron que este caso involucra a alrededor de 1.300 personas que afirman haber sido víctimas de abuso cuando eran menores por parte de sacerdotes y miembros laicos de la Iglesia.
El anuncio de Nueva York se produjo el mismo día en que un juez federal aprobó un acuerdo para que la arquidiócesis de Nueva Orleans indemnice a cientos de víctimas de abuso. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.








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