CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Un clip difundido durante la cobertura en directo de la manifestación de la Generación Z en la capital mexicana el 15 de noviembre suscitó interrogantes luego de que ciudadanos y congresistas sugirieran que la secuencia podría ser armada. La grabación muestra a una señora, identificada como Reyna Pacheco, asegurando que su hermana fue agredida por efectivos de seguridad mientras participaban en la movilización. En el reportaje, Pacheco además comentó que marchaba junto a su progenitora, quien explicó ser una persona con alguna discapacidad.
El extracto comenzó a circular días después de la protesta y fue retomado por diputados del grupo parlamentario de Morena en el Congreso local. Quienes compartieron la denuncia indicaron que la participación de Pacheco en el video presentaba discrepancias con otros registros previos. Mencionaron que en una publicación anterior, la mujer había dicho haber asistido acompañada de parientes y amistades sin referir a personas con limitaciones, lo que dio pie a una controversia sobre la credibilidad del testimonio emitido en televisión.
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En plataformas sociales, los legisladores mostraron imágenes comparativas de ambos momentos y sostuvieron que la toma transmitida por un canal ligado a TV Azteca no coincidía con lo visto en otros registros. La imputación se centró en que la intervención ofrecía detalles que, a juicio de quienes la denunciaron, podían insinuar una escenificación pensada para ilustrar supuestas acometidas policiales durante la congregación.
Integrantes de Morena manifestaron que la ciudadana que aparece en la transmisión figuraba en expedientes de la Alcaldía Benito Juárez, lo cual, según su punto de vista, agregaba otro dato importante para indagar si la escena estaba ligada a intereses políticos precedentes a la marcha. Ante la divulgación de estas aseveraciones, la Alcaldía Benito Juárez rechazó públicamente que Pacheco sea empleada de la administración territorial. Especificaron que no existe acuerdo vigente ni vínculo laboral que la conecte con dicha demarcación.
La alcaldía también solicitó que aquellos que emitieron las acusaciones dieran claridad sobre sus señalamientos en lugar de imputar vinculaciones no demostradas. Hasta ahora, ni TV Azteca ni el canal responsable de la difusión han emitido una declaración oficial sobre las imputaciones o respecto a las incoherencias en los relatos mencionados por los parlamentarios.
La ausencia de réplica formal amplió la discusión sobre el origen del material audiovisual, puesto que se transformó en uno de los fragmentos más difundidos de la cobertura de la manifestación. El contenido generó debates sobre la certeza de las imágenes mostradas y la responsabilidad editorial de los medios informativos durante eventos públicos con alta carga política y social.
La protesta del 15 de noviembre congregó a miles de jóvenes en varias urbes del país, incluyendo contingentes en la capital. Los asistentes expresaron descontento en relación con la falta de seguridad, la violencia, la situación económica y el desempeño gubernamental. La convocatoria se multiplicó en redes y resultó en una movilización de alcance nacional.
En la Ciudad de México, el reclamo experimentó momentos de tensión cuando un grupo de individuos encapuchados protagonizó actos de vandalismo y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Las autoridades informaron que estos grupos actuaron al margen de la mayoría de los manifestantes. Paralelamente, participantes señalaron que hubo un uso desmedido de la fuerza en ciertos tramos del recorrido. Hubo reportes que indicaban que personas mayores, familias y menores de edad resultaron afectadas durante diversas intervenciones policiales.
En fechas posteriores, funcionarios federales comentaron que la protesta había sido influenciada por campañas en redes sociales. Por su parte, manifestantes insistieron en que la congregación surgió de manera espontánea ante su percepción de los problemas actuales. Ninguna de estas versiones abordó directamente el contenido del video atribuido a la televisora.
La divulgación del video señalado como posible montaje se convirtió en un punto de roce entre legisladores, autoridades locales y actores políticos. Desde Morena, los diputados que impulsaron la denuncia reiteraron que el segmento debía ser examinado para establecer si hubo manipulación en el manejo de las imágenes. Argumentaron que la escena pudo influir en la perspectiva pública sobre la protesta al presentar un caso de agresión bajo circunstancias no verificadas.
Otros sectores señalaron que la controversia sobre el video estaba desviando la atención de los partes de violencia y las quejas de abuso de poder emitidas por algunos manifestantes. Colectivos ciudadanos solicitaron que se investigue tanto la actuación de los cuerpos de seguridad como la veracidad de los materiales compartidos por los medios.
Organizadores de la marcha anunciaron que llevarán a cabo otra manifestación el 14 de diciembre en Ciudad de México. Explicaron que su objetivo es continuar demandando investigaciones sobre el proceder policial y sobre la divulgación de información ligada a la protesta.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.














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