Nueva York, 17 dic (EFE).- La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, y la legislatura estatal anunciaron este miércoles un acuerdo que incorporará a este estado a la lista de 12 jurisdicciones en Estados Unidos donde se permite la muerte asistida.
Hochul informó que convertirá en ley el controvertido proyecto presentado por la asambleísta Amy Paulin y el senador Brad Hoylman-Sigal, aprobado en abril y junio pasados, respectivamente.
La nueva ley entrará en vigor seis meses después de ser firmada por Hochul, tiempo durante el cual el Departamento de Salud implementará las regulaciones necesarias para su aplicación. Además, se garantizará que los centros de atención sanitaria puedan preparar y capacitar adecuadamente a su personal para cumplir con la norma.
Con esta medida, culmina un largo proceso iniciado en 2016 en el Senado y la Asamblea estatal, que fue ganando apoyo paulatinamente, incluyendo el respaldo del 72 % de los neoyorquinos, según una encuesta de 2024 encargada por ‘Death with Dignity’ (‘Muerte con Dignidad’).
La gobernadora, católica, hizo el anuncio acompañada por un grupo de partidarios del proyecto, y reconoció que “fue una decisión difícil”.
“Hay un gran conflicto religioso en mí. Siempre hemos hablado de estos temas, pero también he comprendido que no se trata de mí, sino de 20 millones de neoyorquinos”, afirmó la demócrata en una carta abierta publicada hoy.
Hochul señaló que escuchó a “neoyorquinos que atraviesan momentos de dolor y sufrimiento y a sus hijos, que ven a sus padres padecer un declive lento y devastador”.
En este contexto, consideró que la ley permitirá a las personas con enfermedades terminales y un pronóstico de vida menor a seis meses “recibir asistencia médica para acelerar lo inevitable”.
La gobernadora recordó en su carta a su madre, a quien vio morir de Esclerosis Lateral Amiotrófica, y afirmó que “entiende” y “respeta” a quienes se oponen a la muerte asistida.
“Hay personas de diversas confesiones que creen que acortar deliberadamente la vida viola su santidad. Entiendo y respeto esas opiniones”, expresó.
“Tras una cuidadosa reflexión, decidí apoyar la legalización de la ayuda médica para morir en circunstancias muy específicas y con protecciones significativas incluidas en la ley para asegurar que no se use de manera indebida ni se aplique de forma generalizada”, explicó.
El nuevo proyecto, tras el acuerdo con la legislatura, establece un período de espera obligatorio de cinco días entre la emisión de la receta y su dispensación. Además, la solicitud oral del paciente para recibir ayuda médica para morir deberá ser grabada en video o audio.
También limitará la disponibilidad de esta ayuda a residentes de Nueva York y exigirá que la evaluación inicial del paciente por parte de un médico sea presencial.
Permitirá que los proveedores de cuidados paliativos a domicilio con orientación religiosa puedan optar por asistir al paciente en el proceso de morir y definirá la violación de la ley como mala conducta profesional.
El senador Hoylman-Sigal afirmó que Nueva York ha hecho historia y calificó la medida como “una victoria monumental para cada neoyorquino que ha deseado poner fin pacíficamente al sufrimiento causado por una enfermedad terminal”.
En 1994, Oregón se convirtió en el primer estado en legalizar el suicidio asistido por un médico mediante una votación por referéndum. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.










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