NUEVA ORLEANS (AP) — Autoridades federales a cargo del operativo migratorio iniciado esta semana en Nueva Orleans persiguen la meta de efectuar 5.000 detenciones, enfocándose en individuos con historial de violencia, una cifra que algunos funcionarios municipales ven como inalcanzable.
Se trata de un propósito ambicioso que superaría los arrestos logrados en una reciente intervención en Chicago, una zona con una población migrante considerablemente mayor que la de Nueva Orleans.
En Los Ángeles, el primer escenario importante del firme plan migratorio del presidente Donald Trump, se detuvo a unas 5.000 personas a mitad de año en un área donde cerca de un tercio de los 10 millones de habitantes del condado son nacidos fuera del país.
“No existe un fundamento lógico para que una redada en Nueva Orleans, o sus alrededores, logre jamás cerca de 5.000 delincuentes, y mucho menos aquellos justificados como ‘violentos’ bajo cualquier criterio”, aseveró el jueves el presidente del Concejo Municipal de Nueva Orleans, J.P. Morrell.
Datos de la Oficina del Censo indican que la zona metropolitana de Nueva Orleans contaba el año pasado con cerca de 100.000 residentes extranjeros, y que un poco menos del 60% de ellos no poseían la ciudadanía estadounidense.
“La incidencia de crímenes violentos atribuidos a indocumentados es mínima”, manifestó Morrell, resaltando que la criminalidad en Nueva Orleans está en sus niveles más bajos históricamente.
Los delitos graves, como homicidios, agresiones sexuales y robos, han decrecido un 12% hasta octubre respecto al año pasado, pasando de 2.167 incidentes graves a 1.897 en lo que va del año, conforme a las estadísticas policiales de Nueva Orleans.
Oficiales federales, en vehículos identificados y sin distintivos, iniciaron su despliegue por Nueva Orleans y sus afueras el miércoles, realizando apresamientos en aparcamientos de tiendas de mejoras para el hogar y patrullando barrios con alta concentración de población migrante.
Alejandra Vásquez, quien administra un perfil en redes sociales en Nueva Orleans que informa sobre el movimiento de agentes federales, comentó haber recibido una avalancha de mensajes, fotografías y videos desde que las actividades comenzaron.
“Tengo el corazón roto”, expresó Vásquez. “Vinieron a capturar criminales y se están llevando a nuestra gente trabajadora. No están haciendo lo que se supone que deben hacer. Están arrestando familias”.
Cientos de efectivos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos participan en esta operación de dos meses bautizada como “Catahoula Crunch”.
El presidente de la Cámara de Representantes federal, Mike Johnson, oriundo de Luisiana, se encuentra entre los republicanos del estado que apoyan el operativo migratorio.
“Las políticas de ciudades refugio de los demócratas han fallado, haciendo inseguras nuestras comunidades en Estados Unidos. La gente de nuestra gran urbe merece algo mejor, y la ayuda ya está desplegada”, publicó Johnson en plataformas digitales.
Unos dos docenas de manifestantes fueron desalojados de una sesión del Concejo Municipal de Nueva Orleans el jueves tras arreciar los cánticos de “Qué vergüenza”. La policía intimó a los inconformes a abandonar el recinto, y algunos fueron apartados o sacados a la fuerza por los agentes.
Planos de la operación, a los cuales accedió The Associated Press el mes pasado, revelan que la iniciativa busca abarcar el sureste de Luisiana y extenderse hasta Mississippi.
La vocera del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, indicó que los agentes están tras migrantes que obtuvieron su libertad tras ser detenidos por delitos graves.
“En tan solo 24 horas en el terreno, nuestros agentes han capturado a individuos violentos con historiales que incluyen homicidio, secuestro, abuso infantil, robo, hurto y agresión”, declaró McLaughlin el jueves mediante un comunicado. Funcionarios de la Patrulla Fronteriza y de inmigración no han brindado especificaciones, incluyendo el número total de detenidos hasta ahora.
McLaughlin comentó a CNN el miércoles que “continuaremos, sean 5.000 detenciones o más”.
Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes temen que, para alcanzar su objetivo en Nueva Orleans, los oficiales federales centren sus esfuerzos en un grupo mucho más amplio de personas.
La concejal de Nueva Orleans, Lesli Harris, afirmó que “de ninguna manera existen 5.000 delincuentes violentos en nuestra área” que la Patrulla Fronteriza pudiera capturar.
“Lo que presenciamos en cambio son madres, jóvenes y trabajadores siendo retenidos durante verificaciones de rutina, en sus domicilios y centros de trabajo”, señaló Harris. “Las violaciones a normas migratorias son asuntos civiles, no crímenes, y la detención masiva de miles de residentes que no representan riesgo desestabilizará familias y perjudicará nuestra economía”.
Durante el operativo “Midway Blitz” en Chicago, que empezó en septiembre, agentes federales de inmigración detuvieron a más de 4.000 personas en la metrópoli y su vasta periferia, llegando hasta Indiana.
Los directivos del DHS elogiaron las acciones para aprehender a criminales violentos, compartiendo en redes sociales docenas de imágenes presumiblemente de individuos con antecedentes penales y sin estatus legal en Estados Unidos. Sin embargo, los registros públicos que siguen las primeras semanas de esta campaña en Chicago muestran que la mayoría de los apresados no contaban con historial criminal.
De las cerca de 1.900 personas aprehendidas en el área de Chicago desde principios de septiembre hasta fines de octubre -la data más reciente disponible-, casi 300, o alrededor del 15%, tenían sentencias penales previas, según análisis de The Associated Press a información del Proyecto de Datos de Deportación de la Universidad de California Berkeley sobre arrestos realizados por el ICE.
La inmensa mayoría de esas condenas correspondían a infracciones viales, faltas menores o delitos sin violencia, según revelaron los datos.
Nueva Orleans, cuya identidad internacional reside en su larga herencia de influencias francesas, españolas, africanas y aborígenes, ha experimentado una reciente llegada de inmigrantes de Centro y Sudamérica, así como de Asia.
En todo Luisiana, existían más de 145.000 personas nacidas en el extranjero que no son ciudadanas, de acuerdo con la Oficina del Censo. Aunque estas cifras no especifican cuántos residentes del estado se encontraban indocumentados, el Centro de Investigación Pew estimó esa cifra en 110.000 para el 2023.
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Seewer reportó desde Toledo, Ohio. Los periodistas de Associated Press Sara Cline en Baton Rouge, Luisiana; Sophia Tareen en Chicago; Aaron Kessler en Washington, D.C.; y Michael Schneider en Orlando, Florida, colaboraron en este informe.
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Este texto fue adaptado del inglés por un editor de AP con asistencia de tecnología de inteligencia artificial generativa. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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