A medida que avanzan las indagatorias, la memoria de Noelvin, un joven estimadísimo y presto a ayudar, continúa impactando a la comunidad de Santiago Oeste. Sus parientes exigen que su deceso no quede sin castigo, un sentir compartido por la sociedad.
Noelvin Jeremías Cabrera Rubiera era un muchacho de 14 años, quien perdió la vida el pasado 28 de noviembre a manos de un condiscípulo al dejar el Politécnico Simón Antonio Luciano Castillo, en Santiago.
Si bien el modo exacto en que sucedieron los eventos no se ha dilucidado, el suceso ha generado inquietud en el entorno educativo y ha avivado un clamor por justicia.
“Era un muchacho proactivo y colaborador”
Para José Ariel Cabrera, progenitor de Noelvin, la partida de su hijo ha sido un golpe demoledor. Lo describe como un joven trabajador, respetuoso y siempre dispuesto a colaborar en casa y en el vecindario; su padre lo recuerda por su afecto y por brindar apoyo desinteresado.
En el ámbito escolar, a pesar de que sus calificaciones eran “regulares”, brindaba soporte a una compañera que lidiaba con un estado depresivo. Según su padre, él la animaba, la acompañaba e incluso se aseguraba de que se alimentara. Personas vinculadas al centro, asegura, pueden atestiguar el influjo positivo que ejercía sobre otros alumnos.
Fuera del horario lectivo, Noelvin dedicaba sus tardes a asistir a un tío en su negocio, “para mantenerse ocupado mentalmente”, según relató su padre. La familia lo formó con principios cristianos; él tocaba la tambora y la güira.
El día del suceso
La familia se enteró del ataque tras recibir un informe de que “había tenido un altercado en la escuela”. El padre, que reside fuera de Santiago, se movilizó de inmediato.
“Me trasladé de autobús en autobús para alcanzarlo”, rememora. No obstante, en pleno trayecto recibió el aviso que confirmaba la desgracia.
“Estoy destrozado, como si se hubieran derrumbado las torres gemelas”, manifestó. A pesar del sufrimiento, expresa que perdona al otro muchacho involucrado, pero subraya que “debe prevalecer el orden legal y que se investigue todo”.
Según las autoridades del plantel que conversaron con el LISTÍN DIARIO, confirmaron haber remitido a la Fiscalía el video grabado por las cámaras de vigilancia. Explican que la confrontación mencionada en los medios ocurrió en una cancha exterior al recinto, y que lo que se ve en las grabaciones es solo un roce menor que implicó cruce de palabras, un lanzamiento de un balón y un breve manoteo antes de que otros compañeros intervinieran.
Los directivos del centro aclararon que dicha grabación fue revisada posterior al incidente con el joven fallecido, ya que tras enterarse del roce en la cancha y su relación con el plantel, decidieron inspeccionar las cintas de seguridad.
El video, indicaron, fue entregado personalmente al Ministerio Público de Menores, cuyos miembros acudieron al centro para recoger las copias. También desmintieron rumores de fallas eléctricas en redes: “Aquí no ha habido cortes de luz. Lo que ocurrió no fue dentro de la institución”.
Asimismo, en el desarrollo del caso, este miércoles se realizó la audiencia contra el menor imputado, a quien un tribunal decretó tres meses de prisión preventiva. Sus defensores solicitaron arresto domiciliario, pero el juzgado rechazó la solicitud.
Mientras continúan las averiguaciones, la historia de Noelvin, un adolescente muy apreciado y servicial, sigue dejando una huella en la colectividad de Santiago Oeste. Sus allegados claman que su fin no quede sin consecuencias, al igual que aguarda la ciudadanía.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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