Salud

Pediatras e infectólogos mantienen la vacuna contra la hepatitis B al nacer, a pesar de la recomendación de Estados Unidos

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Estados Unidos recomienda posponerla hasta los dos meses, salvo en recién nacidos de madres HBsAg positivas o con estado serológico desconocido.

Estados Unidos recomienda posponerla hasta los dos meses, salvo en recién nacidos de madres HBsAg positivas o con estado serológico desconocido.

La Sociedad Dominicana de Infectología (SDI) y la Sociedad Dominicana de Pediatría (SDP) informaron este lunes que mantienen la aplicación de la vacuna contra la hepatitis B en recién nacidos durante las primeras 24 horas, a pesar del reciente cambio en la recomendación del ACIP en Estados Unidos, que sugiere posponerla hasta los dos meses, con algunas excepciones.

Las entidades emitieron un comunicado en el que afirman que la decisión reciente del ACIP no será adoptada como guía para la práctica clínica en la República Dominicana, al considerar que abandonar la recomendación universal de la dosis al nacimiento “no se sustenta en la mejor evidencia científica disponible y se aparta de las recomendaciones de organismos internacionales de referencia”, entre ellos la OMS y la OPS.

Afirman que todas las maternidades, servicios de neonatología, pediatría y atención primaria del país deben mantener sin cambios la aplicación oportuna de la vacuna contra hepatitis B al nacimiento, junto con la BCG, conforme al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) nacional.

Contextualizan que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todos los lactantes reciban una dosis de vacuna contra hepatitis B lo antes posible después del nacimiento, idealmente dentro de las primeras 24 horas, como la intervención más eficaz y costo-efectiva para prevenir la infección perinatal y la enfermedad asociada al VHB a largo plazo.

A continuación reproducimos el comunicado de las SDI y SDP.

Posición conjunta de la Sociedad Dominicana de Infectología (SDI) y la Sociedad Dominicana de Pediatría (SDP) sobre la vacunación contra hepatitis B en recién nacidos ante el reciente cambio en la recomendación del ACIP (EE. UU.)

1. Contexto de la decisión del ACIP

El 5 de diciembre de 2025, el Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) de los CDC en Estados Unidos votó a favor de eliminar la recomendación universal de aplicar la vacuna contra hepatitis B al nacimiento. La nueva recomendación propone:

* Mantener la dosis al nacimiento solo para recién nacidos de madres HBsAg positivas o con estado serológico desconocido.

* Para bebés de madres HBsAg negativas, pasar a un esquema de “decisión individualizada”, permitiendo posponer la primera dosis hasta los 2 meses de edad o más.

Esta decisión ha generado preocupación y rechazo por parte de múltiples organizaciones profesionales (pediátricas, médicas y de salud pública), que han advertido sobre el riesgo de aumento de infecciones y de retroceso en los logros alcanzados en el control de la hepatitis B.

Es importante subrayar que esta decisión se circunscribe al contexto de Estados Unidos, está aún sujeta a la aprobación de la dirección de los CDC, y no tiene carácter vinculante para los programas de inmunización de la República Dominicana ni de la Región de las Américas.

2. Posición de la SDI y la Sociedad Dominicana de Pediatría

La Sociedad Dominicana de Infectología (SDI) y la Sociedad Dominicana de Pediatría (SDP), siguiendo además los lineamientos de la Dirección de Inmunoprevenibles por Vacunas del Ministerio de Salud Pública (MSP), declaran lo siguiente:

1. Reafirmamos de manera explícita y categórica la recomendación de administrar la vacuna monovalente contra la hepatitis B a todos los recién nacidos, idealmente dentro de las primeras 24 horas de vida, como parte del Esquema Nacional de Vacunación.

2. Consideramos que la decisión reciente del ACIP de abandonar la recomendación universal de la dosis al nacimiento no se sustenta en la mejor evidencia científica disponible, se aparta de las recomendaciones de organismos internacionales de referencia, y no será adoptada como guía para la práctica clínica en la República Dominicana.

3. En consecuencia, todas las maternidades, servicios de neonatología, pediatría y atención primaria del país deben mantener sin cambios la aplicación oportuna de la vacuna contra hepatitis B al nacimiento, junto con la BCG, conforme al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) nacional.

3. Fundamentación científica de la dosis al nacimiento.

3.1. Carga y consecuencias de la hepatitis B en la infancia

* La hepatitis B es una infección viral crónica que puede conducir a cirrosis, hepatocarcinoma y muerte prematura.

* Cuando la infección ocurre en el período perinatal o en los primeros meses de vida, alrededor del 90-95 % de los recién nacidos infectados desarrollan infección crónica, frente a un 5-10 % cuando la infección ocurre en la edad adulta.

* Entre los niños con infección crónica adquirida perinatalmente que no reciben tratamiento, aproximadamente una cuarta parte morirá de enfermedad hepática avanzada o cáncer de hígado en la edad adulta. Esto significa que prevenir una sola infección perinatal tiene un impacto desproporcionadamente grande en la carga futura de cirrosis y hepatocarcinoma.

3.2. Impacto comprobado de la vacuna al nacimiento

La introducción de la vacunación infantil contra hepatitis B, especialmente con dosis al nacimiento, ha logrado:

* Reducciones cercanas al 99 % en las infecciones por hepatitis B en niños en países que adoptaron la recomendación universal de la dosis al nacer, como Estados Unidos.

Ministerio de Obras Publicas

* Disminución marcada de la prevalencia de infección crónica y de marcadores serológicos (HBsAg, anti-HBc) en las cohortes vacunadas frente a las no vacunadas, con reducciones alrededor del 70-80 %.

* Reducción demostrada de la incidencia de hepatocarcinoma infantil en países endémicos tras la introducción de la vacunación universal en recién nacidos. Cuando la vacuna se administra dentro de las primeras 24 horas de vida, especialmente en combinación con inmunoglobulina específica en hijos de madres HBsAg positivas, la eficacia para prevenir la transmisión perinatal se acerca al 90-95 %.

3.3. La dosis al nacimiento como red de seguridad (“safety net”)

Aunque la hepatitis B se clasifica como infección de transmisión sexual (ITS) y por exposición a sangre, la transmisión vertical (de madre a hijo) y la transmisión horizontal temprana en el hogar siguen siendo vías críticas de infección en la infancia. Depender únicamente del resultado de la serología materna (HBsAg) para decidir vacunar o no a un recién nacido ignora múltiples escenarios reales de riesgo, entre ellos:

1. Infección reciente en la madre después de la prueba prenatal

◦ Una mujer puede adquirir hepatitis B en el tercer trimestre o en el periparto (por vía sexual o exposición a sangre) tras haber tenido un resultado negativo en la serología inicial.

Si no se repite la prueba, el bebé será considerado “de madre negativa”, pero estará expuesto a una madre en fase aguda, con alta infectividad.

2. Infección oculta por VHB (Occult HBV Infection, OBI)

◦ Se define como la presencia de ADN-VHB detectable en sangre con HBsAg negativo.

◦ Estudios en mujeres embarazadas han documentado proporciones no despreciables de infección oculta, algunas con anti-HBc positivo aislado y ADN viral detectable, lo que significa capacidad de transmisión a pesar del HBsAg negativo.

◦ En términos prácticos: la “prueba negativa” de superficie no descarta toda posibilidad de transmisión, porque la “respuesta virológica” (ADN-VHB) puede seguir siendo positiva.

3. Ventana diagnóstica y fallas de laboratorio

◦ En la fase muy temprana de la infección, puede existir ADN-VHB positivo con serologías negativas o poco reactivas, antes de la seroconversión completa.

◦ Además, ningún sistema de laboratorio está exento de errores: problemas de cadena de frío de las muestras, errores de identificación, problemas en el procesamiento o la notificación pueden conducir a clasificar como “negativa” a una madre infectada.

4. Falta de acceso a control prenatal o resultados desconocidos

◦ Una proporción de mujeres en contextos de mayor vulnerabilidad (pobreza, migración, parto extrahospitalario, adolescentes, etc.) no accede a control prenatal oportuno, llega al parto sin pruebas serológicas o con registros incompletos.

En todos estos escenarios, la recomendación de una dosis universal al nacimiento garantiza una “capa de protección adicional”, independiente de que la madre haya sido correctamente tamizada o no.

4. Concordancia con las recomendaciones internacionales y regionales

La posición de la SDI y la SDP se enmarca en la evidencia y las recomendaciones vigentes de organismos internacionales:

* La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todos los lactantes reciban una dosis de vacuna contra hepatitis B lo antes posible después del nacimiento, idealmente dentro de las primeras 24 horas, como la intervención más eficaz y costo-efectiva para prevenir la infección perinatal y la enfermedad asociada a VHB a largo plazo.

* La Organización Panamericana de la Salud (OPS/PAHO) y su Grupo Técnico Asesor (TAG) han reiterado la importancia de alcanzar coberturas ≥95 % de dosis al nacimiento en las primeras 24 horas, y de mantener altas coberturas de la serie completa en el primer año de vida, como parte de la estrategia de eliminación de la hepatitis B en la Región de las Américas.

* Sociedades científicas regionales, como la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE), recomiendan igualmente que la primera dosis de hepatitis B se administre a todo recién nacido en las primeras 24 horas de vida. El Programa Ampliado de Inmunizaciones del MSP de República Dominicana y los esquemas difundidos por las ARS mantienen esta misma recomendación de hepatitis B al nacer, junto con BCG, con subsecuentes dosis en los meses posteriores.

5. Sobre el argumento de posponer la dosis en hijos de madres “HBsAg negativas”

Algunos de los análisis que respaldan la decisión del ACIP sugieren que, en contextos de baja endemicidad y buena cobertura de vacunación, el riesgo de infección en hijos de madres HBsAg negativas sería bajo, aun cuando la primera dosis se administre a las 6-8 semanas. Sin embargo:

1. El bajo riesgo no es riesgo cero, y cualquier infección que ocurra en esta etapa de la vida tiene una probabilidad muy alta de cronificarse.

2. La experiencia acumulada y modelos de impacto presentados al propio ACIP estiman que retirar la recomendación universal al nacimiento podría traducirse en decenas a más de un millar de nuevas infecciones pediátricas y muertes futuras por año en el contexto estadounidense.

3. Varios análisis subrayan que las consecuencias de una política selectiva recaen desproporcionadamente en poblaciones con menor acceso a servicios de salud, migrantes, hogares con menor nivel socioeconómico y sistemas de registro más frágiles, precisamente los grupos donde más urge mantener una red de seguridad universal.

En nuestro contexto caribeño y latinoamericano, con flujos migratorios intensos, desigualdades en el acceso al control prenatal y metas regionales de eliminación de la hepatitis B aún no consolidadas, no existe justificación técnica para adoptar un retroceso que debilite la protección de los recién nacidos.

6. Recomendaciones concretas

A la luz de la evidencia disponible, la SDI y la SDP establecen las siguientes recomendaciones:

6.1. Para las autoridades sanitarias y tomadores de decisión.

1. Mantener y reforzar en todas las normativas nacionales la dosis universal de vacuna contra hepatitis B al nacimiento, sin condicionarla al resultado del HBsAg materno.

2. Garantizar el abastecimiento continuo de la vacuna monovalente de hepatitis B en todas las maternidades, públicas y privadas.

3. Fortalecer los sistemas de registro nominal y monitoreo de cobertura de dosis al nacimiento en las primeras 24 horas, identificando y corrigiendo brechas por establecimiento y región.

4. Promover campañas de información que expliquen a la población que la vacuna contra hepatitis B es una “vacuna que previene cáncer de hígado”, segura y altamente efectiva, y que la dosis al nacimiento es un componente esencial de la protección de por vida.

6.2. Para el personal de salud (ginecología-obstetricia, pediatría, medicina familiar, enfermería)

1. No modificar los esquemas de vacunación neonatal vigentes en el país en función de la reciente decisión del ACIP.

2. Continuar realizando tamizaje universal de hepatitis B en el embarazo y repetir la prueba en mujeres con factores de riesgo o en quienes la información sea dudosa o incompleta.

3. Administrar vacuna + inmunoglobulina específica (HBIG) en las primeras 12 horas de vida a todos los recién nacidos de madres HBsAg positivas, de acuerdo con las guías nacionales e internacionales.

4. Enfatizar en la consejería a los padres que:

◦ Aunque la hepatitis B se transmite con frecuencia por vía sexual en la edad adulta, la infección en la infancia suele originarse por transmisión vertical u horizontal temprana.

◦ La dosis al nacimiento es una forma de proteger al bebé aun si más adelante se detectara que la madre estaba infectada a pesar de un resultado inicial negativo.

6.3. Para las familias y la comunidad

1. Animamos a madres, padres y cuidadores a aceptar y solicitar la vacuna contra hepatitis B para sus bebés tan pronto como sea posible después del nacimiento, junto con la BCG.

2. Recordamos que la vacuna contra hepatitis B:

◦ Es muy segura, con eventos adversos graves extremadamente raros.

◦ Ofrece protección duradera, especialmente cuando se completa la serie de tres dosis.

7. Conclusión

La decisión reciente del ACIP de abandonar la recomendación universal de la vacuna contra hepatitis B al nacimiento no refleja el consenso internacional ni regional, se aparta de las recomendaciones de la OMS y de la OPS, y ha sido cuestionada por numerosas sociedades científicas debido al riesgo de aumento de infecciones y de enfermedad hepática prevenible.

La Sociedad Dominicana de Infectología y la Sociedad Dominicana de Pediatría:

* Ratifican su compromiso con la eliminación de la hepatitis B como problema de salud pública en la República Dominicana.

* Mantendrán y promoverán activamente la vacunación universal al nacimiento contra hepatitis B, en consonancia con nuestro Ministerio de Salud Pública y con las mejores evidencias científicas disponibles.

En consecuencia, recomendamos enfáticamente a todas las instituciones de salud y al personal sanitario del país no introducir cambios que retrasen la dosis al nacimiento de la vacuna contra hepatitis B y, por el contrario, redoblar esfuerzos para asegurar que cada recién nacido reciba esta protección esencial en sus primeras horas de vida. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

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