Washington — El sospechoso portugués de los tiroteos en la Universidad de Brown y el MIT ingresó a Estados Unidos mediante un programa poco conocido llamado “Visado de Inmigrante por Diversidad”.
Este programa otorga anualmente hasta 50,000 permisos de residencia mediante un sorteo a personas provenientes de países que han estado poco representados en el número de admisiones de inmigrantes en Estados Unidos en años recientes. Los visados se asignan a través de un sistema de lotería, y para quienes desean venir a Estados Unidos sin otra vía de ingreso, es como ganar a lo grande.
El jueves por la noche, tras confirmarse la identidad del sospechoso, la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció en X la suspensión temporal del programa, afirmando que el presunto tirador nunca debería haber podido ingresar al país.
La suspensión representa la medida más reciente de la administración Trump para restringir la inmigración legal tras actos violentos y para reevaluar a los extranjeros que ya se encuentran en Estados Unidos.
La administración ha señalado en varias ocasiones las dificultades para investigar a estas personas como justificación para las restricciones. Sin embargo, expertos aseguran que los inmigrantes son sometidos a rigurosos controles antes de ser admitidos en Estados Unidos. Los críticos sostienen que estas medidas para limitar la inmigración legal constituyen un castigo colectivo.
El visado de diversidad fue creado por el Congreso en 1990 con el fin de brindar oportunidades a personas de países poco representados en Estados Unidos.
El Consejo Estadounidense de Inmigración señaló en un informe de 2017 que el sistema migratorio estadounidense tiende a favorecer las conexiones familiares o el respaldo de empleadores para determinar quiénes califican para visados.
“Las personas que no cuentan con familiares elegibles en Estados Unidos o empleadores que puedan patrocinar sus visados tienen muy pocas oportunidades de inmigración legal permanente, incluso si poseen otros atributos prometedores que podrían beneficiar al país”, indicó la organización.
Cada año, el gobierno federal analiza quiénes han ingresado al país en los últimos cinco años y su lugar de origen. Luego, reserva visados para personas de regiones o países subrepresentados.
Este año, se asignaron 35,000 plazas para africanos, 15,000 para asiáticos y 8,500 para europeos.
Aunque se gane la lotería de la diversidad, no hay garantía de que se pueda ingresar a Estados Unidos. Los solicitantes y sus familias deben presentar una solicitud y pasar los controles del gobierno estadounidense.
Como en cualquier lotería, resulta sumamente difícil ganar. Según el Departamento de Estado, el año pasado casi 21 millones de personas presentaron su solicitud durante los 37 días del plazo. Alrededor de 130,000 fueron seleccionados, incluyendo al solicitante principal y sus familiares.
Joseph Edlow, director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, la agencia encargada de tramitar y aprobar beneficios migratorios como las tarjetas de residencia, expresó en septiembre su deseo de que el visado de diversidad “desapareciera”.
En una entrevista posterior con The Associated Press, Edlow manifestó su apoyo a un sistema migratorio basado en méritos y orientado a beneficiar la economía estadounidense, y señaló que no consideraba que la lotería de diversidad encajara en dicho sistema.
“En este momento, no he visto realmente la eficacia y utilidad de continuar con el visado de diversidad. Pero corresponde al Congreso decidir qué tiene sentido para el futuro”, afirmó.
No quedó claro de inmediato si el Congreso puede intervenir en la suspensión del programa, aunque expertos indican que probablemente lo haría en caso de una suspensión total.
Trump también criticó el programa durante su primer mandato, afirmando en una ocasión que atrae a “lo peor de lo peor”.
Durante una rueda de prensa el viernes, el Secretario de Estado, Marco Rubio, sugirió que la suspensión busca revisar los procedimientos de investigación de antecedentes.
“La razón por la que se suspende este programa no es porque se afirme que todos los que ingresaron con ese visado sean malas personas o vayan a perpetrar tiroteos”, explicó Rubio. “Es para determinar si hay deficiencias en la investigación de ese programa”. No se refirió al caso específico del sospechoso del tiroteo en Brown.
Los críticos han cuestionado esta medida y otras implementadas por la administración Trump, que limitan la inmigración de ciertos países como una forma de castigo colectivo.
“Este es el último ejemplo de cómo la administración aprovecha una acción malvada aislada para avanzar en su objetivo de reducir drásticamente la inmigración legal”, declaró Myal Greene, director de World Relief, una organización de ayuda que también trabaja para tranquilizar a refugiados en Estados Unidos.
La suspensión del programa de visados de diversidad es la medida más reciente de la administración Trump para restringir la inmigración y los viajes desde países o regiones considerados problemáticos tras incidentes de seguridad nacional en Estados Unidos.
Tras el tiroteo a dos soldados de la Guardia Nacional en Washington por un sospechoso de nacionalidad afgana, la administración Trump anunció la suspensión de todas las decisiones de asilo gestionadas por USCIS, así como de todas las solicitudes de inmigración relacionadas con nacionales afganos.
La agencia también endureció las restricciones para personas provenientes de 19 países considerados de “alto riesgo”, entre ellos Afganistán, dificultando la solicitud de beneficios migratorios como la tarjeta verde o la extensión de la estancia en Estados Unidos.
Cuando Trump anunció en junio la prohibición de viajes desde determinados países, vinculó esta medida a un atentado en Boulder (Colorado), señalando que evidenciaba los riesgos que representan algunos visitantes que permanecen más tiempo del permitido con sus visados. El sospechoso del atentado era originario de Egipto, país que no figuraba en la lista de restricciones de Trump. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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