Fuente: Gestión
California prohíbe el corte de garras a los gatos: lo esencial de la ley aprobada por Gavin Newsom
El nombre de Gavin Newsom gana cada vez más relevancia al hablar del futuro político en Estados Unidos. Aunque el gobernador de California aún no ha formalizado su candidatura para 2028, varios miembros del Partido Demócrata consideran que su ingreso a la contienda presidencial es cuestión de tiempo.
Y con razón. En una entrevista concedida a “CBS News Sunday Morning” en octubre pasado, Newsom insinuó que está sopesando seriamente esa posibilidad: “Estaría mintiendo si dijera que no lo he pensado”. En política, cuando alguien deja de negarlo, suele indicar que algo está próximo.
Durante años, Newsom sostuvo que no tenía aspiraciones presidenciales. Sin embargo, el escenario dentro del partido demócrata ha variado: buscan una figura renovadora capaz de liderar y enfrentar con determinación al trumpismo. En este contexto, el carismático gobernador californiano surge como un rostro fresco y atractivo, capaz de conectar con una generación que consume política vía redes sociales.
“Todo ha cambiado: mi forma de ver el país, mi energía y mi perspectiva”, afirmó recientemente. Muchos interpretan esta frase como una señal clara de sus intenciones.
Las credenciales están presentes: fue alcalde de San Francisco, gobierna la quinta economía mundial y suma más de veinte años en la política activa. Para los expertos, representa el modelo clásico del demócrata con experiencia, juventud y visión progresista, sin caer en extremos ideológicos.
Asimismo, comprendió cómo manejar el discurso digital. Desde TikTok hasta X (antes Twitter), Newsom emplea el lenguaje propio de estas plataformas para conectar con electores cansados de lo convencional y, sobre todo, para posicionarse como la voz capaz de competir directamente con Donald Trump o sus sucesores políticos.
Newsom rechaza las etiquetas: ni progresista radical ni centrista tradicional. “No quiero que me encasillen, es reductivo”, ha manifestado. Prefiere ser considerado un gestor pragmático, un político que “resuelve problemas” antes que debatir teorías. Esta postura puede ser su mayor virtud… o su principal desafío en unas primarias demócratas tan inciertas como las previstas para 2028.
Ser gobernador de California ofrece ventajas: visibilidad, recursos y reconocimiento. Pero también implica retos. Muchos votantes en estados clave como Michigan, Wisconsin o Pensilvania perciben a California como ejemplo de excesos progresistas. Para contrarrestar esta imagen, Newsom ha construido un relato personal más cercano, recordando sus raíces humildes y la infancia marcada por el esfuerzo constante de su madre.
Esa historia personal podría ser crucial para conectar con la clase media fuera de la Costa Oeste, donde realmente se definen las elecciones presidenciales. Además, cabe destacar que podría ser un actor clave para captar el apoyo de comunidades inmigrantes; como gobernador californiano, siempre ha criticado las políticas migratorias de Trump y promovido leyes favorables a estas minorías.
Si decide finalmente postularse, Newsom enfrentará rivales fuertes. Kamala Harris no descarta intentarlo nuevamente, y nombres como Raphael Warnock, JB Pritzker o Josh Shapiro podrían sumarse a la competencia. A pesar de ello, las primeras encuestas y conversaciones entre estrategas demócratas lo sitúan como uno de los favoritos naturales.
“Si tienes un ‘por qué’ claro, puedes soportar cualquier ‘cómo'”, expresó en una entrevista. Una frase que refleja bien su momento político: sin anuncio oficial, pero con un movimiento que parece irreversible.
Entre ahora y 2028 pueden suceder muchas cosas; sin embargo, algo es seguro: Gavin Newsom ya piensa, actúa y habla como quien se prepara para una campaña presidencial. Y eso, en política, casi siempre marca el inicio del camino. ¿Quieres descubrir qué ocurrirá en el futuro?
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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