El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Federico Antún Batlle (Quique), advirtió que la improvisación, la avaricia, el inmediatismo y la creciente descomposición moral están debilitando la autoridad y situando a la sociedad en una trayectoria peligrosa que podría desembocar en un colapso institucional.
Antún Batlle explicó que la autoridad es uno de los pilares esenciales de toda sociedad organizada, ya que garantiza la convivencia, el orden y la estabilidad.
No obstante, señaló que cuando los valores se erosionan y las prácticas irresponsables se vuelven habituales, los mecanismos que sostienen la gobernabilidad comienzan a deteriorarse de manera silenciosa pero constante.
“En toda sociedad, la autoridad constituye uno de los pilares fundamentales para la convivencia, el orden y la estabilidad institucional”, añadió.
En ese sentido, manifestó que el deterioro de la autoridad no ocurre de forma abrupta, sino que es un proceso que inicia “cuando la ética deja de ser un principio rector y pasa a convertirse en un accesorio prescindible”.
El dirigente político insistió en que cuando la improvisación, la avaricia, el inmediatismo y la descomposición moral se normalizan como prácticas colectivas, “comienzan a erosionarse los mecanismos básicos que sostienen la gobernabilidad”.
La improvisación: un mal que mina la confianza
El presidente del PRSC afirmó que la improvisación es uno de los males más frecuentes en sociedades donde no existe visión de futuro ni planificación sostenida.
Indicó que, en ese sentido, tanto gobiernos como instituciones e incluso ciudadanos actúan muchas veces respondiendo solo a las urgencias del momento, sin una hoja de ruta clara.
“Esa ausencia de planificación crea un vacío de confianza. Cuando las autoridades solo reaccionan y no prevén, la población termina percibiéndolas como incapaces de ofrecer estabilidad”, enfatizó.
Añadió que una sociedad que improvisa queda a merced del azar, debilitando sus estructuras y comprometiendo su capacidad para enfrentar crisis.
El inmediatismo: sólo genera efectos inmediatos
Antún Batlle también alertó sobre el impacto del inmediatismo, un fenómeno que, según explicó, domina desde la política hasta la vida cotidiana y promueve decisiones tomadas únicamente para generar efectos inmediatos, aunque estos sean superficiales o insostenibles.
“Cuando la autoridad se guía por el inmediatismo, pierde su capacidad de conducir procesos de transformación real. Y la ciudadanía termina adoptando la idea de que lo urgente es más importante que lo correcto”, afirmó.
La avaricia: el factor más corrosivo
El líder reformista fue enfático al señalar que la avaricia es el más corrosivo de los males, ya que coloca el interés individual por encima del bienestar colectivo. Además, indicó que cuando esta práctica se normaliza, las instituciones dejan de servir a la sociedad para convertirse en instrumentos de privilegios y enriquecimiento personal.
“La autoridad pierde legitimidad cuando quienes la representan muestran más interés en acumular poder o recursos que en cumplir sus responsabilidades”, sostuvo.
Afirmó que la avaricia genera desigualdad, injusticias y resentimientos que terminan provocando tensiones sociales profundas.
Descomposición moral: el golpe final a la autoridad
Antún advirtió que cuando la ética se relativiza y se justifican prácticas incorrectas, la autoridad moral desaparece por completo.
En ese punto, destacó que un liderazgo sin sustento ético no puede exigir respeto, disciplina ni apego a las leyes.
“Las sociedades donde la moral se debilita terminan conviviendo con la corrupción, la violencia, la impunidad y el irrespeto a la dignidad humana”, afirmó.
El dirigente reformista, quien fue abordado por periodistas en la sede del PRSC, reiteró su llamado a rescatar los valores y fortalecer la institucionalidad para evitar que el país caiga en una espiral de deterioro difícil de revertir. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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