Economicas Primera Plana

Santiago Hazim comenzó a recibir beneficios y sobornos incluso antes de asumir el cargo de director de Senasa

8993694635.png

El documento menciona como beneficios vehículos de alta gama entregados por empresarios que, a lo largo de su gestión, habrían formado parte de la estructura fraudulenta que se benefició del presupuesto del Seguro Nacional de Salud (Senasa), aunque no se especifica el nombre de ningún empresario.

Antes de ser nombrado director ejecutivo del Seguro Nacional de Salud (Senasa), Santiago Hazim ya recibía beneficios que formarían parte de dicha estructura fraudulenta, en perjuicio del Estado dominicano, según detalla el Ministerio Público en la solicitud de medida de coerción.

El documento señala como beneficios vehículos de alta gama entregados por empresarios que, durante su gestión, habrían integrado una supuesta estructura fraudulenta que se benefició del presupuesto del Seguro Nacional de Salud (Senasa), sin especificar el nombre de los empresarios.

“De igual manera, estableció una serie de compromisos económicos que debía cumplir al asumir el control de esta institución pública”, añade el Ministerio Público.

Hazim, señalado como líder del entramado que agrupa a otras nueve personas, inició todas las maniobras fraudulentas desde el 21 de agosto de 2020, fecha en que fue designado titular de Senasa mediante el decreto 377-20.

“Desde su llegada, se rodeó de un círculo cercano de amigos y colaboradores con quienes instauró en la institución un entramado criminal estructurado y funcional, a través del cual diseñó un esquema de corrupción institucionalizada”, establece el documento.

TRA Podcast Studios

Estas acciones se caracterizaron por la recepción de sobornos, falsificación de estados financieros, manipulación de cuentas contables, creación de programas fraudulentos, privatización de la atención primaria, coalición de funcionarios, prevaricación y estafa en perjuicio del Estado.

El Ministerio Público agrega que Hazim estaba “obligado a servir y proteger”.

Este fraude a la ARS, que agrupa al 70% de la población, afectó directamente a los afiliados al comprometer recursos destinados a garantizar la atención médica y la cobertura de salud de la población más vulnerable.

“Las evidencias obtenidas hasta el momento han permitido identificar distintos ejes operativos de corrupción y fraude, materializados por esta estructura criminal integrada por empresarios, profesionales de la salud, particulares y funcionarios públicos, dirigidos por el imputado Santiago Marcelo Hazim Albainy”, señala el expediente que supera las 500 páginas.

Otra de las violaciones cometidas por Hazim fue la creación del Comité de Contrataciones Médicas dentro de la estructura de la institución, comité inexistente hasta entonces y establecido de forma arbitraria, sin sustento legal, normativo ni procedimental, alterando el mecanismo previamente vigente para la evaluación y aprobación de prestadores de servicios de salud.

Este comité fue integrado por gerentes del círculo cercano a Hazim, entre ellos Francisco Iván Minaya, Gerente de Salud; Roberto Canaán, Gerente de Atención al Usuario; Gustavo Guilamo, Coordinador de Gabinete; Germán Robles, Consultor Jurídico; y Carmen José Velázquez, Gerente de Afiliación.

“Este comité respondió exclusivamente a la intención de concentrar las decisiones de contratación en un grupo reducido de colaboradores de extrema confianza, todos bajo su línea directa de autoridad”, señala el Ministerio Público.

Según las evidencias recabadas en la investigación, el comité operó como un instrumento creado por Santiago Hazim para favorecer de manera directa, selectiva y discrecional a prestadores de salud vinculados a su círculo político, de amistad y a personas y empresas relacionadas con sus intereses personales, políticos y económicos.

“Buscaba beneficiar a quienes le apoyaron políticamente, así como a quienes le entregaban sobornos”, añade.

Asimismo, se indica que para controlar las aprobaciones y contratos, Santiago Hazim involucró a sus asistentes más cercanas, quienes, incluso en su ausencia, presentaban listas predeterminadas de prestadores que debían ser aprobadas por órdenes directas del imputado.

“Utilizando expresiones como ‘eso es del CEO’, ‘eso es del Olimpo’ o ‘vino respaldado’, que funcionaban como órdenes inapelables”, subraya el expediente. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

TRA Digital

GRATIS
VER